Les soy sincera, cuando comenzamos a idear la edición que vendrá siento que nada puede salir mal. A pesar de que, como en cualquier otro trabajo, pueden suceder cosas que uno no espera y que muchas veces hay que surfear la ola como se puede, el amor y la felicidad por lo que hago, por el equipo de trabajo, por la calidad de contenido que se ofrece y por ver las cosas listas para esperar que florezcan, hacen que edición tras edición tenga la misma emoción de alegría como aquel primer día cuando PlushMag nació.

Como directora de este medio me cuesta elegir una edición preferida. Todas tienen algo diferenciador que las hace únicas, pero al mismo tiempo con esa impronta tan característica de PlushMag. Sin embargo, agosto es especial. Por si no sabían, cada 1 de agosto, nos encontramos en una fecha en la cual celebramos la alegría y su poder transformador en nuestras vidas. El día mundial de la alegría invita a reflexionar y valorar la importancia de cultivar este sentimiento de bienestar y satisfacción que conlleva innegables beneficios para nuestra salud.

Como ya habrán escuchado hablar a psicólogos, la alegría, es una emoción pasajera que se manifiesta a través de la risa y la sonrisa. Sin embargo, es mucho más que eso. La alegría puede desencadenar manifestaciones de todo tipo, desde saltos y aplausos hasta bailes y abrazos. Cada persona la vive de forma única y personal, y eso es lo que la hace tan particular.  

Desde el punto de vista científico, estar alegre, feliz u optimista es el resultado de un proceso químico en nuestro cuerpo, una transmisión de neuronas mensajeras que llevan consigo la felicidad. Este proceso no solo reduce el dolor, sino que también promueve un estilo de vida saludable y fortalece nuestro sistema inmunológico, alejando a las enfermedades. Sentir alegría es realmente beneficioso, rejuvenece, reduce el estrés, baja la presión arterial y mejora nuestro rendimiento laboral o productivo.

La forma en que cada individuo experimenta la alegría es personal. Depende de sus propias vivencias, gustos y perspectivas. Para algunos, la alegría se encuentra en una hamaca en una playa del Caribe, mientras que para otros puede ser sinónimo de estar mirando en el sillón una buena serie o película. Lo importante es que, independientemente de nuestras preferencias individuales, la alegría nos impulsa a rendir más en nuestro día a día, a mantener una salud sólida y a contagiar este sentimiento positivo a las personas que nos rodean.

La alegría se multiplica exponencialmente y es contagiosa. Por eso, es importante rendir homenaje a esta emoción no solo en su día mundial, sino todos los días. Desde mi punto de vista, considero que la alegría es una elección personal. Depende de cada uno de nosotros el deseo de cultivarla y nutrirla en nuestra vida diaria. Nuestra mente tiene un poder majestuoso sobre nuestro cuerpo; los pensamientos y emociones que permitimos que dominen nuestra mente influyen en nuestra salud. Si mantenemos pensamientos negativos, podríamos estar originando nuestras propias enfermedades. Por el contrario, si cultivamos la alegría y los pensamientos positivos, no solo tendremos una vida más feliz, sino también una vida más saludable.

La verdadera alegría se basa en nuestra ACTITUD. Creo que la alegría debería ser incluida en nuestros kits de belleza, como un sérum aplicable en distintos momentos del día, para brindarnos una apariencia más pura, tanto en el exterior como en el interior. Pero este sérum, no debe aplicarse temporalmente, sino todos los días para lograr un bienestar de larga duración y que nos acompañe en todas las etapas de la vida.

Agosto, con el ímpetu del día mundial de la alegría, es un excelente mes para replantearnos y observar cuáles son aquellas cosas que nos generan alegría todos los días, para ir por ese camino, como en mi caso dirigir esta revista. Así que, queridos lectores, los invito a celebrar este mes y espero que con la nueva edición de PlushMag recordemos que la alegría es un regalo que debemos valorar. Cultivémosla en nuestras vidas y permitamos que brille en todo lo que hacemos.

¡Hoy, mi alegría radica en presentarles la nueva edición de agosto con Iván Hochman como nuestro elegido! Para mi gusto, momento más que placentero, no sé si lo hay.