Mitad de año. Algunos seguramente están aprovechando unos merecidos días de descanso para recargar energías para la segunda mitad del 2023, pero por acá, seguimos a todo ritmo con una edición donde la temática central parte de nuestra elegida, Rossella Della Giovampaola, cuyo estilo y elegancia la han convertido en una referente indiscutible.

Es un privilegio contar en esta edición con la presencia de Rossella, no sólo porque es un ícono de sofisticación y da cátedra en materia de imagen personal, sino también porque toca un punto central en mi rol como empresaria de la moda al que siempre le di mucha importancia: la elegancia. En lo personal, soy una convencida que la elegancia trasciende los límites del vestir y de las prendas que llevamos puestas. Incluso ser elegante, a mí criterio, no es una cuestión de dinero o de adquirir indumentaria o accesorios costosos. No sé si en algún momento se pusieron a pensar qué es la elegancia, lo cierto es que engloba muchas aristas y no siempre la debatimos como se debe.

Como bien saben, las bases de esta revista trascienden los lineamientos convencionales de la moda. Es por eso que, una vez más, todo lo que gira en torno a ella tiene que ver con lo social, cultural y artístico; y la elegancia no es la excepción. El filósofo José Ortega y Gasset, en sus reflexiones sobre la temática que gira esta edición, nos dice que la elegancia es una cualidad sutil, una gracia o virtud que puede manifestarse en diferentes formas. Desde expresiones literarias hasta la forma de un objeto o el corte de un vestido, la elegancia puede estar presente en diversos aspectos de nuestra vida. Pero para él, no solo se trata de la apariencia externa, la elegancia también puede residir en el alma y en nuestros gestos y acciones.

Mientras tanto, en palabras de Giorgio Armani, la elegancia es coherencia y aceptarnos a nosotros mismos tal y como somos. No se trata de buscar la perfección a toda costa, sino de estar presentes y atentos en cada acción que emprendemos. Es un camino de maestría y autenticidad que se desarrolla con el tiempo.

A lo largo de los años, y obviamente según infinidad de miradas y enfoques diferentes, el concepto de elegancia fue desarrollándose de tal modo que en la actualidad se lo asocia bajo tres virtudes claves que parten del individuo elegante y sofisticado: la moderación, la confianza y la satisfacción. Corriéndose del simple acontecimiento del vestir, la moderación nos enseña a encontrar el equilibrio en nuestras acciones, evitando la tensión excesiva o la relajación descuidada. La confianza nos invita a aceptar y superar las dificultades, convirtiendo los inconvenientes en oportunidades para la creatividad. Y la satisfacción nos brinda la capacidad de valorar y estar agradecidos por lo que tenemos, evitando la queja y encontrando soluciones con una actitud positiva.

La elegancia es todo un mundo y va más allá del mero aspecto externo. Es un estilo de vida que implica no solo la forma de vestir, sino también nuestra manera de pensar, nuestras preferencias culturales y nuestras ideologías. Parte también por la forma de comportarnos y de relacionarnos con los demás. Es la suma de gestos, palabras, gustos y acciones lo que nos define como personas elegantes.

Es importante destacar que cada persona tiene la capacidad de cultivar su propia elegancia, sin importar su origen o circunstancias. Grandes iconos de la moda, como Coco Chanel, nos han demostrado que la elegancia no depende de los recursos materiales, sino de observarnos y pensar qué es lo que queremos comunicar y proyectar de nosotros mismos en los demás.

En esta edición, les propongo inspirarlos a descubrir su propia elegancia con la número uno en este tema. No puedo dejar de reconocer y aplaudir a nuestra elegida del mes de julio, Rossella Della Giovampaola, la cual sabe más que nadie que la elegancia es una cualidad del alma, una expresión de nuestra individualidad y autenticidad. No está limitada por el dinero o por las marcas que llevamos, sino por la seguridad y la confianza que transmitimos al mundo. Es un estado de ánimo que nos impulsa a ser la mejor versión de nosotros mismos, a expresar nuestra esencia con gracia y distinción.

Les abro, una vez más, las puertas de una nueva edición a full inspiración para explorar y abrazar su propia elegancia, descubriendo que cada uno de nosotros tiene la capacidad de brillar con distinción y estilo.