Ivana Picallo, una mujer con “Alas de Cristal”
Hoy nuevamente la moda se entrelaza con la creatividad y la identidad. Ivana Picallo, una de las diseñadoras argentinas más talentosas, con más de 26 años de experiencia, a lo largo de su destacada carrera, no solo ha cautivado con sus creaciones de alta costura, sino que ha logrado fusionar su pasión por la moda con un proyecto significativo llamado “Moda con Contenido”. Este proyecto no solo busca enseñar habilidades de costura, sino también empoderar a mujeres en situaciones vulnerables, brindándoles la oportunidad de aprender y crecer.
Ivana Picallo campartió con PlushMag su visión única sobre la moda, desde la inspiración detrás de sus colecciones hasta la importancia de la calidad y la identidad en cada prenda. Nos llevó a un viaje a través de su perspectiva personal y profesional, destacando cómo la moda no solo es una expresión artística, sino también un medio para transmitir mensajes poderosos sobre la fragilidad y la fortaleza de la mujer en el mundo actual, mediante su última colección “Alas de Cristal”.
Siguiendo esta línea, “Alas de Cristal”, rompe con las convenciones al introducir colores pasteles y blancos, transmitiendo una sensación de transparencia y vuelo. A través de su relato, descubrimos cómo cada elección de diseño está intrínsecamente ligada a una narrativa más amplia, que va más allá de las pasarelas y se convierte en una plataforma para abordar temas fundamentales del sexo femenino.
Ivana no solo nos invita a explorar su mundo creativo, sino que también nos inspira con su compromiso con la empatía y la aceptación de las imperfecciones en el camino de la vida. Descubrimos las capas más profundas de esta diseñadora apasionada, cuyo enfoque trasciende la moda para convertirse en una poderosa voz de cambio y trabajo arduo.
Ivana, “Alas de Cristal” es tu última colección presentada en Europa que refleja la naturaleza efímera y frágil del amor en el ser humano. ¿Cómo llegaste a esa inspiración para llevarla adelante?
Bueno, mira, soy una trabajadora de la moda desde hace 26 años. Articulo las colecciones de tres maneras diferentes. En primer lugar, la parte sensible y sensorial, lo que me transmite inspiración. Luego, la figura del prototipo de la idea de tendencia que quiero transmitir, con referencia también a los materiales. Siempre busco un objeto de identidad. Siempre digo que todos somos creativos, pero yo voy transmitiendo lo que voy sintiendo y lo que me va pasando.
En este momento de mi vida, con tres hijas mujeres, mi carrera y mis 46 años, “Alas de Cristal” es un movimiento que quiere transmitir la fragilidad de la mujer en un mundo en donde queremos no ser tan frágiles. Me pareció super importante porque hay toda una comunicación social relacionada al empoderamiento de la mujer y yo siempre digo que la sensibilidad y la fragilidad es del sexo femenino particularmente.
A mí siempre me ven fuerte, empoderada y voy para adelante, que es verdad, pero a veces la gente no sabe si es postural o impuesto. En marzo estuve en Madrid, voy casi tres veces al año a Europa. Hace ocho años que presento colecciones allí y tuve la bendición de conocer a la Reina Sofía y pude vestirla. Después, conecté con Leticia y en uno de sus discursos ella habla un poco de esto, que también tenemos derecho a ser frágiles, por más que seamos imagen de, por más que vayamos adelante de, por más que seamos madres que trabajamos por el sostén de nuestra familia.
“Alas de Cristal” es para mostrar que tenemos alas para volar, que podemos llegar a donde queramos, pero también somos frágiles, somos un sexo más débil. Esto no tiene nada que ver con nuestro empoderamiento y con nuestros valores, particularmente.
La paleta de colores de “Alas de Cristal” incluye blanco, beige, rosados, plata y oro pálido. ¿Por qué seleccionaste estas paletas para transmitir emociones y conceptos específicos en esta colección?
Exactamente, esta es la primera colección en la que incorporo colores pasteles, blancos y rosados. No quise utilizar una paleta amplia de colores, ya que, para mí, ‘Alas de Cristal’ representa el cielo, la iluminación, el vuelo y, el cristal me proporciona una sensación de transparencia. Quise transmitir esto en la colección mediante la superposición de géneros, asegurándome de no dejar a las personas desnudas, sino más bien translúcidas.
La colección está cuidadosamente pensada desde una perspectiva de transmisión, destacando la idea de que el creativo transmite según el momento. Esto es crucial, ya que, en mis 26 años de experiencia, a veces me preguntan qué miro para crear. La verdad es que no miro nada, ni siquiera las tendencias. Porque la tendencia la marcan diseñadores iguales que yo. Aunque puedo trabajar con otras estructuras comerciales, creo que no se debe nivelar hacia abajo la creatividad. Cuando se tiene una identidad y un mensaje claro que transmitir en la marca, no solo en una colección, se trata de crear en función de lo que se siente en el momento y permitir que la creatividad fluya.
Nunca diseño para agradar a la gente, ya que creo que ese enfoque es un gran error.
Tus prendas en “Alas de Cristal” incluyen bordados hechos a mano, piedras preciosas y elementos como bronce, alpaca y astas. ¿Desde qué lugar estos materiales contribuyen a la exclusividad de tus diseños?
Bueno, particularmente, la identidad de mis diseños se basa en la mezcla de texturas, algo que siempre me ha salido de manera natural. Para mí, las prendas son ricas, primero, en calidad de las fibras. Esto es algo que no puedo negociar y no negocié al inicio de mi carrera, y tampoco lo haré ahora.
En cuanto al diseño, me inclino por cosas bastante abstractas y geométricas. En esta colección en particular, mezclé pedrería con tules bordados, pero tules franceses, no tules rígidos porque, ante todo, Alas de Cristal representa lo etéreo, pero lo importante. No lo etéreo fresco y móvil, pero sólido. Detrás de cada colección mía, lo que me interesa transmitir es la solidez en los diseños y la definición.
Los materiales que elegí para esta colección incluyen redes, bordados, organzas de seda natural, todos compaginados con distintos diseños. Eso es lo que me apasiona hacer. Si alguien me pide hacer un vestido liso y no me gusta, no soy yo. Trato de respetar mi estilo, al igual que respeto el estilo de mis clientas y seguidoras. Siempre digo que no deben vestirse como yo, sino que yo debo transmitir su figura, entender el corte, el estilo de la clienta y adaptar lo que quiero transmitir en función de eso. Para mí ese es el mejor arquitecto de la moda personalizada.
Entrevista completa a Ivana Picallo
Video: Jonathan Martin – Juliana Alexandra Pulido
Hablas de la alta costura como arte puro y destacas la importancia de mantener los códigos estéticos y éticos sin perder el ADN. ¿Cómo equilibras las tendencias contemporáneas con la preservación de tu identidad como diseñadora en cada colección?
Cuando una clienta viene a ver una colección, no está simplemente comprando un vestido; está buscando obtener una identidad, una empatía, y transmitir un conjunto de cosas que quizás en su día a día no sabe o no puede. Trabajar en este mundo maravilloso me conecta con la felicidad, el festejo, la alegría y la imagen. Abordar la creación de vestidos de esta manera hace que la experiencia de obtener un vestido sea disfrutable.
La personalización de las prendas ha sido un aspecto perdido para muchas personas, y algunas al tener miedo caen en el perchero y es un error absoluto. Tampoco la alta costura de mi empresa significa hacer 25.000 pruebas, ya que no considero que sea práctico y yo no tendría paciencia tampoco. Adaptarse a la necesidad de la clienta es fundamental. Entiendo que cada cliente tiene sus propias necesidades emocionales y temporales. Algunas necesitan un proceso más largo, mientras que otras quieren algo más rápido. He tenido novias que vinieron desde el interior, se tomaron las medidas, se probaron el vestido y lo retiraron. También he trabajado con personas del exterior mediante videollamadas, tomando medidas y mostrando el proceso del vestido.
En el contexto local, las chicas vienen con diferentes plazos, desde un mes hasta varios meses, y la cantidad de pruebas es muy personal. Mi enfoque es mínimo para garantizar la calidad del producto, pero también me adapto a las necesidades de las clientas, ya que la experiencia no se trata solo del vestido, sino de la pertenencia, de generar momentos y sensaciones únicas.
Las prendas de alta gama son de pertenencia, son prendas que te hacen sentir diferente. Son sensaciones que a uno lo elevan. Es otro mercado. Empezando por eso uno vende experiencias que van más allá de la mera compra de una prenda.
Hace un par de años comenzaste a desarrollar un proyecto muy lindo llamado “Moda con Contenido. ¿Podes contarnos sobre él?
Hace cinco años, comencé a desarrollar Moda con Contenido, un proyecto que busca ayudar a mamás y mujeres en comedores a adquirir un oficio, especialmente relacionado con la costura. Vi la conexión entre esto y la violencia doméstica y de género, algo que muchas mujeres experimentamos pero a menudo no compartimos. Personalmente, también he pasado por violencia doméstica y me di cuenta de que a veces naturalizamos cosas que no deberíamos.
El proyecto Moda con Contenido se enfoca en transmitir a la gente que siempre hay la posibilidad de aprender y salir adelante. Comencé este proyecto con el propósito de enseñar costura en diferentes contextos, desde reciclado hasta aspectos más sostenibles y circulares en la moda.
El objetivo es evitar la frustración, ya que muchas situaciones vulnerables pueden generar un círculo vicioso. Este proyecto es sanador y útil, reflejando la importancia del trabajo para las mujeres. El trabajo te da la oportunidad de elegir. Al ser un referente en la moda, trato de hablar de una realidad.
Creo que la simpleza y la realidad no descalifican a las personas. No me siento obligada a dar explicaciones a nadie, pero tengo la solidez para compartir mi historia abiertamente. La vida es un camino que cada uno recorre como puede, sin tener la perspectiva de las cosas del diario del lunes. En el desarrollo de este proyecto, aprendí que la empatía, el no juzgar y la contemplación son fundamentales. Entender que todos necesitamos transitar y que la perfección no existe ni en la moda ni en la vida es algo en lo que trabajo todos los días. Desarrollar la capacidad de no juzgar y entender las diferentes realidades de cada persona es un proceso desafiante pero crucial.