Cada 29 de abril se celebra el día del animal, sin embargo, que se dedique un día a ellos no quiere decir que aún queden muchas cosas por hacer y tomar conciencia sobre su conservación. La moda no está ajena a este tema, ya que, para la confección de determinadas prendas o accesorios el maltrato y a la matanza de ellos está directamente relacionada a la producción desmedida que tiene como finalidad réditos económicos. Durante años las organizaciones ecológicas se han enfrentado contra la industria peletera con la principal queja de que al hacer distintas piezas de ropa de piel se maltratan a los animales y se daña al medio ambiente. 

Este sistema está compuesto por grandes cadenas, lo que hace pensar que no todo es tan tajante, blanco o negro. Esto quiere decir que en él se encuentran numerosos agentes, desde productores hasta marcas y consumidores, es por eso que el maltrato animal es un tema que debe tener una solución conjuntamente, y ahí es donde comienza el gran debate entre unos y otros, sin hasta el momento observar con claridad cuál es el mejor camino a seguir.  

En relación a esto último, el proyecto de Ley de Sintientes es un gran avance ya que a partir de esto cambiaría la legislación para reconocer a los animales como sujetos con derechos y no como “cosas”. La iniciativa, co-creada por Liz Solari y Leo Barnabá, ya fue introducida en el Congreso de la Nación y tiene el apoyo de activistas como Caballos CRR, Refugio en Alerta, Paraíso Animal, Animales de la Tierra, Fundación Zorba, Voicot y Animal Save Movement. La Ley de Sintientes, al igual que la Declaración de Cambridge, firmada en 2012, por trece eminencias de la neurociencia, comprueban que los animales sienten y tienen conciencia. Sin embargo, para la ley argentina, esto no es así ya que no son considerados de tal manera.  

En declaraciones a la prensa Liz Solari ha comentado que “en vez de preguntarnos si un ser viviente puede razonar o hablar, debemos preguntarnos si puede sufrir. Todos sabemos que los animales, al igual que los seres humanos, pueden sufrir y si se considera que el sufrimiento debe ser evitado, todos estos seres vivientes tienen por virtud de semejante característica común, el derecho de que no se les inflija sufrimiento porque sí”.  

En el mundo de la moda, este tema se palpa todos los días en relación al uso de las pieles animales. En las sociedades actuales, donde hay mayor concientización, se plantea que posicionarse a favor o en contra es una elección personal en la que se mezclan el dinero, la ética y la moda. Así y todo, cuando se plantea el debate sobre “pieles animales sí” o “pieles animales no”, la opinión pública se divide notoriamente. A su vez, grandes firmas de lujo, como Calvin Klein, Stella McCartney y Giorgio Armani, han puesto una barrera a favor del proteccionismo animal. En el caso del diseñador italiano desde la temporada Otoño/Invierno 2016, anunció que todas las prendas de sus colecciones estarán libres de pieles.  

Stella McCartney Fall/Winter 2023 

Cabe aclarar, que como se mencionó anteriormente, este no es un tema sencillo a tratar, ya que la piel animal tiene bajo la manga una gran fuerza económica. Es un negocio que genera 40 mil millones de dólares al año, con 117.000 empresas especializadas y que da empleo a más de un millón de personas en todo el mundo, según datos de la International Fur Trade Federation, que representa a las distintas asociaciones y organizaciones nacionales de la industria de la piel animal. Pero en esta lucha de poderes, se pueden encontrar marcas y diseñadores que han convertido los avances tecnológicos en una nueva filosofía aplicada a sus colecciones, en la que los materiales “fake” son un bien muy cotizado. 

Frente a estos argumentos, el principal agente contra las pieles es la fundación PETA (People for the Ethical Treatment of Animals) que vela por los derechos de los animales en todo el mundo y sugiere utilizar materiales reciclados, telas orgánicas como el cáñamo (Ver Más) y tejidos eco, en lugar de cuero o pelo animal, de calidad alta al que podríamos llamar “lujo verde”. 

Lo cierto es que el día del animal debe considerarse de manera más consciente. En primer lugar, la categorización de los animales como sujetos de derechos significaría reconocerles sus propios derechos como parte de la obligación del respeto a la vida y la dignidad de todo ser sintiente. Por su parte, la moda también tiene un gran camino por recorrer en relación a ellos para lograr una perspectiva más respetuosa.