Cómo hidratar correctamente tu piel: la guía perfecta
Tener una piel hidratada evita que padezcamos algunas enfermedades cutáneas como la dermatitis atópica o el acné, y la acción negativa de agentes externos, como la contaminación y el clima. Además, es determinante para mantener la piel con buen aspecto, rejuvenecida y fuerte frente al paso del tiempo. Hidratar la piel es esencial si queremos garantizar su salud y vitalidad. Pero ¿cómo hacerlo?
El verano está a la vuelta de la esquina y mantener la piel hidratada es un pilar fundamental. Según expertos en dermatología y cosmetología, la hidratación cutánea no solo es esencial para prevenir enfermedades como la dermatitis atópica o el acné, sino también para combatir los efectos negativos de agentes externos como la contaminación y el clima (ver más).
Ahora bien, antes de ponernos a pensar cómo hidratar correctamente la piel, hay que poder diferenciar dos cuestiones fundamentales: no es lo mismo hidratar que nutrir la piel. Es muy importante saber que humectar la piel es como darle de beber, y nutrirla, es alimentarla, con ingredientes como las ceramidas.
Por otro lado, hay que tener en consideración si actualmente la piel se encuentra deshidratada. Para averiguarlo solo basta con observarnos y ver que está ocurriendo en ella. Así es que una piel deshidratada puede presentar rojeces y suele estar cuarteada. El tejido se ve poco musculado y poco jugoso e, incluso, pueden aparecer más arrugas. También, muchas veces esta piel deshidratada puede provocar sensaciones de tirantez, y si no se trata adecuadamente, la deshidratación prolongada puede llevar al envejecimiento prematuro y otros problemas cutáneos.
¿Las pieles grasas pueden estar deshidratadas?
Contrario a la creencia común, las pieles grasas también pueden estar deshidratadas. Una piel grasa, por extraño que parezca, suele estar deshidratada, sobre todo a nivel epidérmico. El exceso de sebo no impide que se pueda deshidratar; un problema que, en este tipo de pieles pasa desapercibido y muchos no se dan cuentan, por la falta de control de la grasa.
Rutina para una piel hidratada
En primer lugar, debemos saber que, después de la limpieza facial, es crucial hidratar la piel de inmediato. Luego de la limpieza facial, por los limpiadores que usamos, puede variar el pH y se pueden barrer parte de los lípidos de la función barrera y hacer que se pierda hidratación. Por ello, es el momento perfecto para aportar humedad, teniendo en cuenta que, además, tras la limpieza, se mejora la permeabilidad de la piel y se consigue que sea más efectiva la hidratación.
Posterior a esto se recomienda una rutina que incluya antioxidantes por la mañana, hidratantes con ceramidas y protección solar. Además, se le pueden sumar tratamientos faciales en casa, como peelings semanales y mascarillas con ácido hialurónico, péptidos, vitamina E y D.
Los ingredientes hidrantes esenciales son los ácidos hialurónicos, las ceramidas y los lípidos. En el primer caso, el ácido hialurónico se considera que es el ingrediente estrella para hidratar la piel. Los emolientes, que este desprende son los que logran que esa hidratación se mantenga en la piel. En este sentido, se recomienda aplicarlo en varios pesos moleculares porque así entramos en diferentes capas de la piel e hidratamos a diferentes niveles. En segundo lugar, las ceramidas y lípidos son esenciales para mantener la hidratación dada en el anterior paso y estabilizar la barrera hidrolipídica.
Ambos pasos son sumamente importantes y no podrían actuar el uno sin el otro. La cosmética con ceramidas no puede faltar en tu rutina porque las ceramidas son los lípidos que se encuentran de manera natural en la piel y son esenciales para mantener a raya la hidratación. Sin ellas la piel se vuelve reactiva, seca y se irrita. Necesitamos estabilizar la barrera hidrolipídica y protegerla frente a la pérdida de hidratación. Sin olvidar fomentar la elasticidad y estimular la renovación de la piel dañada. Importantes también los lípidos sobre todo en invierno porque nos protegen del medio ambiente, del frío, del aire, de la calefacción, ya que esos factores deshidratan y envejecen.
A su vez, para mantener la piel hidratada, hay que incorporar buenos hábitos simples, como asegurarse de beber suficientes líquidos y utilizar humectantes con ácido hialurónico para retener el agua en la piel. Además, es sumamenete importante la importancia de la oxigenación de la piel y una limpieza facial no invasiva.
La hidratación cutánea es un paso crucial en la rutina de cuidado de la piel, no solo para mantenerla saludable y con buen aspecto, sino también para prevenir problemas cutáneos a largo plazo. El skin care está sumamente de moda, pero ¿realmente tu piel se encuentra hidratada?
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