ANDY CLAR: emprendedora multifácetica
Creadora de Chicas de Nueva York y Chicas de viaje, directora general de la agencia de publicidad SÚPER (que fundó con su marido hace 20 años), mamá de Eliseo, autora de tres libros, conductora junto a Beta Suarez del streming Hola vos, Telefé. Andy Clar (51) es dueña de una energía desbordante. Sus días pueden arrancar a las 6,30 de la mañana y terminar muy tarde en la noche. Sin embargo, ella asegura que está más tranquila. ”Una de las cosas que me enseñó la edad es tomarme las cosas con más calma, no quiero vivir para trabajar sino trabajar para vivir”, confiesa apenas comienza la charla.
- Lo disimulás muy bien…
-Jajajja! Ahora porque justo estoy con un nuevo proyecto y me agarraste a full esta semana. El streaming termina ahora y estamos armando y grabando un programa nuevo para Youtube, se va a llamar ‘Revolución Hormonal’, donde vamos hablar de salud, de cómo vivir bien y sanos hasta los cien años. Mi psicóloga siempre me decía ‘sos adicta a la adrenalina’. Siempre fui así, desde chica tenía dos trabajos: uno para sobrevivir y otro, que era el que me daba placer.
Transformar el dolor
-Cuando tenía 23 años un colectivo la atropelló. Pasó por encima de sus piernas y por más de un año no pudo caminar. Debió someterse a numerosas intervenciones quirúrgicas y, contra todo pronóstico médico, se hizo la promesa de que no sólo volvería a caminar sino que lo haría recorriendo ciudades del mundo. Su madre pensaba que había enloquecido, sin embargo no sólo logró volver a caminar sino que se convirtió en una referente de viajes para miles de mujeres. Tras perder un embarazo, viajó con sus amigas a Nueva York. “Las llevé a lugares que no eran turísticos, en ese momento no existía Instagram, mis amigas se quedaron sorprendidas y me dijeron ‘Tenés que escribir sobre esto’, así lo que escribía en Word se convirtió en 2010 en Chicas en New York, el más leído de Latinoamérica y en 2016 lanzó su guía de New York, que se convirtió en un best seller.
- Tuviste muchos golpes en tu vida que lograste convertirlos en proyectos. ¿De donde sacás esas ganas, esa fuerza?
– Siempre tuve mucha fe en lo quería, mucha perseverancia. Creo que lo heredé de mi mamá y mi abuela. Siempre le gané a la vida con creatividad. El accidente para mí fue un gran ejercicio porque te da la perspectiva de lo que realmente vale la pena, que hay cosas que no pueden afectarte de la misma manera. Ante una situación tan crítica o te caes o salís mejorado. Me pasa con todo, es como que mi cabeza tiene un mecanismo de defensa que revierte lo negativo en algo positivo. Y todas las veces siempre fue para mejor.
- Cuando nadie hablaba del pensamiento positivo y neurociencia, vos ya lo practicabas.
-Algo así, antes no sabía cómo explicarlo ahora la ciencia ya lo comprobó. Siempre fui de visualizar lo que quería, de ser específica con mis deseos. Poner en claro lo que quiero, cuanto más exacto es el sueño, más fácil es lograrlo. Cuando arrancamos la agencia con mi marido (Sebastián Yumatle) éramos los dos solos, y yo ya me imaginaba cuando tuviéramos muchos empleados. Hoy hacemos campañas para diferentes partes del mundo, tenemos mucha gente trabajando con nosotros.
- ¿El tiene la misma energía que vos?
-No, es muy distinto y nos complementamos muy bien. Hace 22 años que estamos juntos, y obvio fuimos creciendo y mutando pero seguimos funcionando.
- ¿Y tu hijo heredó tu energía?
-No sé… espero que no porque esta energía también me trajo mucha ansiedad y estrés, Eliseo va a ser una versión mejorada por el laburo que hicimos con el papá y sus hermanos (hijos del primer matrimonio de su marido) con los que tiene una relación maravillosa.
Que la moda no incomode
- ¿Te cuidas mucho físicamente?
-Sí me cuido mucho, no soy obsesiva pero si monotemática jjajaj. Casi no como harinas, hago dieta Low Carb (una dieta baja que restringe los carbohidratos y se enfoca en el consumo en proteínas, verduras y grasas naturales), a veces también hago ayuno, pero ojo que si salgo con amigas y no hay otra cosa como harinas, no me enrosco. A la maña desayuno con una golden milk, tomo Matcha y por supuesto hago gimnasia con un personal trainner tres veces por semana y un día en la semana, yoga.
- ¿Con la moda te pasa lo mismo?
-La moda siempre ocupó un lugar importante en mi vida. Estudié diseño, y cuando me fui a vivir a Córdoba con un novio que tenía en aquel momento, abrí un local multimarca que fue una locura. Pero a esta edad no pienso si me queda bien lo que me pongo sino en cómo me siento yo con esa ropa, porque si estás cómoda te cambia la expresión de la cara. Cuando una es joven te ponés lo que se usa pero a estas alturas me podés ver un día de jogging, con una camiseta grandota, sin corpiño. Una vez fui a un evento con un pantalón que uso para dormir y todos me elogiaban lo bien que me veía. No tiene que ver con la prenda o el objeto sino en cómo lo llevas, no me importa lo que piensen los demás, digamos que después de los 50 estás en la etapa del ‘chupahuevismo’.
- En uno de tus viajes por el país te enamoraste de Valle de Uco en Mendoza y te compraste una casa ahí. ¿Te imaginas en un futuro retirada de la vorágine y viviendo al pie de la montaña?
-Nooo… Amo el lugar pero no me iría a vivir, me imagino yendo temporadas pero me gusta vivir en la ciudad. No podría estar lejos de mis amigas, de mi vida social, de mis afectos. Está comprobado que la vida social te alarga la vida.