Valeria Schapira en Plushmag: “Estoy escribiendo la película de mi vida”

Referente en temas de bienestar emocional, escritora, periodista y figura mediática, Valeria Schapira fue la protagonista de la nueva tapa de Plushmag y se animó a una entrevista íntima donde abordó sin filtros los momentos más duros y luminosos de su vida. En diálogo con nuestro equipo, habló sobre su nuevo libro Rea(r)marme, el proceso de atravesar una depresión profunda, el amor propio después del dolor y la película basada en su historia personal que ya está en marcha.

Con la sensibilidad que la caracteriza, Valeria respondió cada pregunta con honestidad y coraje, dejando en claro que hablar de salud mental es urgente, necesario y profundamente liberador.

Periodista, escritora, actriz,  emprendedora, mujer sensible y guerrera a la vez. Valeria Schapira es muchas mujeres en una. Confiesa que antes de llegar a la producción le daba “fiaca posar y cambiarse de ropa pero que en cuanto llegó y vio el profesionalismo y despliegue con el que se trabaja en la revista..dijo: ¡Guau, esto está buenísimo! Mi guardarropa hoy se limita a muy poquitas prendas que consisten en calzas, jogging, conjuntos comfy. También  tengo cosas divinas para eventos y fiestas. En el día a día ya no me maquillo, elijo estar cómoda”. Acaba de presentar su último libro Rea (R) marme donde recorre un camino para rearmar las piezas de un corazón que quedó desarmado después de pérdidas, destratos, y de un vínculo muy insano. 


-En este período que describís en tu último libro… ¿Te dejaste de amar?

-Sí…  yo nunca me amé bien. Aunque muchas veces una transmite otra cosa. Este libro cuenta en primera persona cómo fue salir de una depresión.

-En tu vida atravesaste muchos duelos (Su papá falleció de leucemia cuando ella tenía 24 años y su madre se suicidó poco tiempo después, la muerte de su gran compañero de vida en 2018, su perro Joy)… ¿En qué momento sentiste que no estabas bien?

-En el libro hablo mucho de los duelos mal procesados, de hecho empecé a trabajar con una tanatóloga (una profesional que se especializa en el cuidado y acompañamiento de personas que están viviendo procesos de duelo o pérdidas significativas). Estaba mal y el detonante fue que me enamoré desesperadamente e insanamente de una persona que no estaba en la misma sintonía que yo. No era una pareja, pero me enamoré perdidamente y creo que hasta llegué a perder la dignidad un poquito porque tuve la valentía de irme a tiempo de ese lugar.

-¿Y cómo te fuiste rearmando a partir de eso?

-Y con todos los pedazos rotos, me fui pegando. Como la técnica japonesa kintsugi, que repara con oro los pedazos y transforma el objeto en algo más bello que el original. Antes mencionabas la muerte de mi perro Joy. Me pasó algo muy loco en ese momento tan malo que atravesaba. Se me cayó en la cocina un frasco de vidrio de café instantáneo y cuando voy a recoger los pedazos del piso veo la cara de Joy. Te juro que no estoy loca, de hecho saqué una foto y la subí en mis redes y todos me decían que sí era. Empecé a recibir señales y empecé a recoger mis pedazos. Fue muy duro porque me sentía en un lugar muy oscuro y espero no volver a caer, estaba muy atada al pasado, quería ir al cementerio a ver a mi mamá y mi papá y cuando estás muy en el pasado no hay un aquí y ahora…mucho menos un futuro. Y cuando pensás que no hay para adelante no hay esperanza. Yo tengo la fortuna de haber aprendido a pedir ayuda. Claro que cuando empecé  a pensar cosas muy feas tuve mucha ayuda de mis amigos… también se fue mucha gente porque no es fácil. No juzgo a nadie por eso, sé que no todo el mundo tiene ganas de aguantar a una persona que está con depresión. No es nada fácil.

-Y ahora podés encontrar felicidad en algunos momentos

-La felicidad son destellos, son momentos. Ahora por ejemplo disfruto de esta charla con vos. Cuando  estás deprimido nada te da alegría aunque para afuera lo parezcas. Yo viajaba por todo el mundo con mi proyecto ‘Viajo sola’, sacaba libros, me iba bien…y lloraba todo el día. Es bueno darse cuenta que estar deprimida no es estar tirada en una cama. Antes pensaba que podía con todo ahora aprendí a registrar mis emociones, mi cansancio, mis tiempos, irme de muchos lugares en los que no quería estar.

-¿Te defraudaron los que se fueron?

-Supongo que uno se pone muy desagradable cuando está deprimido. No todo el mundo puede con eso. Seguramente yo también defraudé a mucha gente. Somos seres humanos con nuestras luces y sombras. Siempre digo: “Si lastimé a alguien jamás lo hice intencionalmente. Hay que ser más compasivo con los demás y con uno mismo en algunas situaciones. Tratar de vivir en este salvajismo generalizado en el que vivimos, ser más amable con uno y con los demás.

-Escribir debe haber sido muy sanador

–Fue como un vómito, de hecho yo no quise volver al manuscrito, lo agarró la editora, y me dijo que lo ordenó de la oscuridad a la luz, confié. A mí  y siempre  me salvó escribir. Cuando lo recibí ya editado, me senté en el sillón y lo leí de un tirón,  lloré un montón y lo presenté con mucha alegría. Una vez que se lo entregué a la editora comencé a trabajar en el proyecto más importante, una película sobre mi vida. Estoy haciendo los pasos necesarios para lograr un gran guión. Me presenté a concursos para hacer residencias de cine porque el guión está listo pero le falta un twist audiovisual. Estoy segura que en algún momento se va a hacer.

-En los momentos más oscuros ¿Perdiste el foco de todo lo que lograste en tu vida?

-Para nada. Siempre fui agradecida. Ahora voy por el cuaderno número 25 de gratitud, me cambia el pensamiento. Sé que soy una privilegiada desde todos los puntos de vista. Primero porque tengo salud, vivo de lo que quiero, hago lo que quiero y tengo libertad.

Producción de Tapa: Teresa Napolillo y Karina Bianco

Co productoras de Tapa
Oriana Barletta / Coral Vivanco/ Micol Mesa 

Fotos: Jonathan Martin

Vestuario: Julá Moro

Make Up : Liliana Nuñez

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