Crisis de aranceles de Trump: impacto en la moda
Donald Trump sorprendió al anunciar la imposición de aranceles a más de 100 países, y la moda no quedó fuera de esta polémica medida. Esta decisión podría generar un fuerte impacto en los costos de producción, distribución e importación de indumentaria, afectando directamente tanto a marcas internacionales como a diseñadores emergentes.

El mundo de la moda no está exento de verse afectado por las decisiones políticas internacionales. Desde que comenzó abril, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, impuso aranceles a más de 100 países, generando un fuerte impacto en el comercio global. La industria textil fue una de las más afectadas, junto con el sector del calzado, lo que provocó semanas de alta tensión en el mercado.
Estas medidas económicas, implementadas como parte de una estrategia comercial proteccionista, provocaron inestabilidad en grandes compañías del rubro textil. Como consecuencia, muchas de las principales marcas de moda vieron caer el valor de sus acciones y sufrieron fuertes caídas en la bolsa. Según The Business of Fashion, los inversores comenzaron a evaluar cuánto de la producción de cada empresa se realiza en los países afectados por los nuevos aranceles.

Gigantes deportivos como Nike y Adidas, que fabrican gran parte de sus productos en Vietnam e Indonesia, vieron caer significativamente su valor bursátil. La reconocida marca Steve Madden también encendió las alarmas, ya que tiene buena parte de su producción en China. Mientras tanto, otras firmas como Gap, Ralph Lauren y Victoria’s Secret iniciaron procesos de reestructuración para intentar mitigar el impacto de estas medidas.
El sector de la moda fue uno de los más perjudicados. Numerosas empresas debieron frenar contrataciones, reducir sus operaciones o incluso replantear su modelo de negocio. El grupo de lujo LVMH, uno de los más grandes del mundo, perdió un 13% de su capitalización en pocos días. Las marcas independientes, por su parte, fueron las más golpeadas, ya que el aumento de los costos logísticos y fiscales les dificulta sostener sus estructuras.
La incertidumbre continúa creciendo y muchas compañías ya buscan nuevas estrategias de producción y comercialización.
La tregua de 90 días: cómo afecta en la moda
Tras la presión del mercado y de varios países afectados, Donald Trump decidió dar marcha atrás con los aranceles para algunas naciones, aunque mantuvo las restricciones comerciales sobre China, con quien continúa una guerra económica abierta. Esta decisión provocó una rápida recuperación en el valor bursátil de reconocidas firmas del mundo de la moda como Kering, Hermès, Richemont y LVMH.
La tregua tiene una duración inicial de 90 días, lo que abre una ventana de oportunidad para que la industria de la moda se recupere y logre salir de los números rojos. Según The Business of Fashion (BOF), este período de respiro fue bien recibido por los inversores, quienes volvieron a confiar en el potencial de crecimiento de las marcas más afectadas.

“Algunos afirman que los aranceles absurdos, innecesarios y perjudiciales esconden buenas noticias para el planeta. El aumento de los precios provocará algo que ningún profesional de la sostenibilidad ha podido lograr: frenar el consumo frívolo. Argumentan que los aranceles podrían significar el fin de la moda rápida. Parece probable que se produzca una desaceleración del consumo, pero eso no beneficia a los esfuerzos de sostenibilidad de la moda. Al contrario, es probable que la mayor presión económica solo acelere una recesión que ya estaba en marcha”, declaró el medio.
La industria de la moda, como tantas otras, no está aislada del escenario político y económico mundial. Las decisiones tomadas desde los grandes centros de poder, como la Casa Blanca, tienen un impacto directo sobre las cadenas de producción, distribución y consumo. En este caso, los aranceles impulsados por Donald Trump generaron una ola de incertidumbre y pérdidas en el sector textil y de lujo, pero también evidenciaron la resiliencia de las grandes marcas y su capacidad de adaptación.
Con una tregua de 90 días en marcha, el mundo de la moda tiene la oportunidad de reordenarse, reconfigurar sus estrategias de fabricación y logística, y prepararse para un futuro donde la política internacional y la economía serán tan protagonistas como las tendencias. Más que nunca, creatividad y estrategia van de la mano.