El cambio sutil que lo transforma todo: los 5 flequillos tendencia

Cambiar el look no siempre implica hacer un corte drástico. En 2025, los flequillos se consolidan como una de las formas más eficaces y elegantes de renovar el estilo sin sacrificar el largo del cabello. Esta temporada, los estilistas apuestan por opciones que enmarcan el rostro, rejuvenecen la expresión y permiten múltiples peinados sin alterar la estructura principal del corte. El flequillo vuelve a ser protagonista con versiones versátiles que combinan con distintas texturas y longitudes de pelo, marcando una tendencia clara entre quienes buscan una transformación sutil, pero impactante.

El flequillo cortina, favorito indiscutido

Uno de los más populares en 2025 es el flequillo cortina, una elección que sigue vigente gracias a su estilo relajado y adaptable. Este tipo de flequillo parte del centro y cae de forma lateral, integrándose de manera fluida con el resto del cabello. Favorece a todo tipo de rostros, ya que suaviza las facciones y aporta movimiento al look. Además, es perfecto para quienes desean un cambio sin comprometerse con un flequillo recto y rígido. Su aire bohemio y despreocupado lo convierte en el preferido de muchas celebridades y referentes de estilo de la Generación Z y millennial.

El micro bangs vuelve con actitud

Si lo que se busca es marcar un statement con un giro retro, el micro bangs o flequillo corto es una tendencia que pisa fuerte. Este tipo de flequillo, que deja visible gran parte de la frente, aporta un toque audaz y vanguardista. Aunque no es para todos los gustos, quienes lo eligen suelen transmitir seguridad y una estética arty o minimalista. En 2025, se lo ve combinado tanto con cortes bob como con melenas largas, desafiando las reglas tradicionales del estilismo y demostrando que un pequeño cambio puede tener un gran impacto visual.

Los flequillos largos y desmechados, ideal para capas

Para quienes prefieren un look natural y sin rigidez, el flequillo largo, desmechado y con textura se impone como una de las opciones más buscadas. Este estilo cae sobre la frente de forma irregular, acompañando los movimientos del cabello y adaptándose a peinados sueltos o recogidos. Es perfecto para acompañar cortes en capas y aporta un aire fresco y juvenil. Además, al no ser un flequillo “cerrado”, se lo puede abrir fácilmente con las manos o incorporar al peinado general, lo que lo hace extremadamente versátil y de bajo mantenimiento.

Los flequillos rectos, pero suave

Aunque los flequillos rectos pueden parecer formales o estructurados, este 2025 traen una actualización que los vuelve más suaves y naturales. La clave está en la técnica del corte: puntas desfiladas, ligeras capas y una integración gradual con los costados. Este estilo favorece especialmente a rostros ovalados o alargados y puede combinarse tanto con cortes simétricos como con melenas más libres. Es una excelente forma de mantener un look clásico con un toque contemporáneo, sin la rigidez de un flequillo extremadamente marcado.

El flequillo lateral, atemporal y favorecedor

Por último, el flequillo lateral se mantiene como una opción elegante y atemporal. En 2025, se lo ve con un leve volumen y caída natural, aportando dinamismo al rostro. Es ideal para quienes no están seguras de incorporar un flequillo pleno, ya que puede integrarse fácilmente al peinado habitual o esconderse cuando no se lo desea destacar. Su principal ventaja es que estiliza las facciones, destaca los pómulos y puede adaptarse a estilos tanto formales como informales.

El flequillo como declaración de estilo

En definitiva, el flequillo no es solo una moda pasajera sino una herramienta poderosa para transformar el look con delicadeza. Las tendencias de 2025 lo confirman: ya sea corto, largo, desmechado, recto o lateral, hay una versión para cada rostro, tipo de cabello y personalidad. Lo importante no es seguir una fórmula única, sino encontrar el estilo que mejor exprese la identidad individual, sin renunciar a la comodidad ni al largo del pelo. Un pequeño corte puede hacer una gran diferencia, y este año, el flequillo vuelve a demostrarlo.