Luly Dietrich y su comunidad en Mujeres al Volante
En un recorrido que fusiona la pasión por los automóviles con el impulso de desafiar estereotipos, Luly Dietrich ha forjado un camino único dentro del mundo de la movilidad. Fundadora de Mujeres al Volante, una comunidad que vio la luz en 2009, Luly comparte con nosotros la inspiradora historia detrás de este proyecto que ha cambiado la vida de miles de mujeres.
“Nací prácticamente dentro de un automóvil”, revela Luly, cuya conexión con el mundo de los vehículos se gestó desde su infancia en el seno de una familia vinculada a la industria automotriz. A pesar de la igualdad promovida en su entorno familiar, su incursión en el departamento de marketing y atención al cliente reveló las marcadas diferencias que aún existían entre hombres y mujeres al volante a nivel social.
En 2009, un momento de crisis interna llevó a Luly a cuestionar su propósito en la vida, dando origen a la idea de crear algo significativo dentro de su empresa familiar. Así nació Mujeres al Volante, inicialmente como un proyecto dentro del grupo que, con el tiempo, tomó vuelo propio, consolidando dos metas fundamentales: proporcionar una experiencia inclusiva para las mujeres al volante y fomentar que más mujeres tomaran el control a la hora de conducir.
Entre sus principales logros se encuentra el aumento de las licencias de conducir para mujeres, la generación de conciencia vial y la ruptura de estereotipos arraigados. Luly destaca el orgullo de ofrecer talleres y cursos de capacitación gratuitos, eliminando barreras económicas para que todas las mujeres tengan acceso a la educación vial.
Desde lo más profundo de su pasión, Luly nos invita a unirnos a la comunidad, a tomar el volante con confianza y a ser agentes de cambio en nuestras vidas y en las calles. “Conducir no es solo estar al volante, sino también un viaje de autoconocimiento”, afirma, reflejando su compromiso con transformar vidas a través de la movilidad.
En esta entrevista con PlushMag, la determinación y visión de Luly Dietrich, una mujer al volante que no solo desafía las carreteras, sino también los estereotipos, liderando un movimiento que agrega amor y respeto a las calles, contribuyendo a la mejora de la cultura vial en cada kilómetro recorrido.

Mujeres al Volante es un proyecto líder por y para mujeres. ¿Qué te inspiró a crearlo y cuál fue tu visión inicial para él?
Mujeres al Volante es una comunidad que surgió en 2009, y mi conexión con ella se remonta a mi infancia. Siempre digo que nací prácticamente dentro de un automóvil, ya que crecí inmersa en la industria automotriz. Al terminar el colegio, comencé a trabajar en el negocio familiar, que está vinculado al mundo de la movilidad. Mi padre siempre inculcó la idea de que no importaba el género, ya que nunca hizo distinciones entre sus hijos varones e hijas mujeres. En nuestra empresa, el cargo que tenías no dependía de si eras hombre o mujer.
Desarrollé toda mi carrera profesional dentro de la empresa familiar, ascendiendo hasta el cargo de directora de comunicaciones del grupo. A pesar de la igualdad que vivía en nuestro entorno, al sumergirme en el departamento de marketing y atención al cliente, comencé a percibir que la industria, en general, sí marcaba una diferencia entre hombres y mujeres al volante.
En 2009, enfrenté una crisis interna que me llevó a cuestionarme mi propósito en la vida. Aproveché ese momento de autoconocimiento para descubrir que quería crear algo significativo dentro de nuestra empresa familiar. Fue entonces cuando se me ocurrió la idea de formar una comunidad de mujeres en el ámbito de la movilidad. Mujeres al Volante nació como un proyecto dentro del grupo y, con el tiempo, se independizó, consolidando los dos propósitos que buscaba alcanzar.
Mi primera meta era generar una experiencia inclusiva para las mujeres al volante, donde pudieran adquirir conocimientos sobre los automóviles y la seguridad vial, sin importar su género. Mi segundo objetivo surgió de la observación de que muchas mujeres no manejaban. Esto marcó un cambio personal importante, ya que asumí que todas las mujeres habían tenido una experiencia similar a la mía, con un padre que enseñaba a manejar tanto a hijos varones como a hijas mujeres. Sin embargo, descubrí que esta situación no era común, y así surgió mi propósito de fomentar que más mujeres tomen el volante.
Investigué las causas detrás de la baja participación de las mujeres en la conducción, y me di cuenta de que muchas de ellas no sabían cómo dar el primer paso. En 2009, solo el 24% de las licencias de conducir pertenecían a mujeres, confirmando la necesidad de abordar esta brecha.
Venís de una familia con una historia destacada en la industria automotriz. ¿Cómo influyó la experiencia y la visión de ellos en tu decisión de llevar adelante la iniciativa ‘Mujeres al Volante’? ¿Hay lecciones o valores específicos que heredaste de tu familia y que aplicas en este proyecto para empoderar a las mujeres en el mundo del automovilismo?
Mi participación en la industria automotriz desde una edad temprana y pertenecer a una familia estrechamente vinculada a este sector fueron elementos fundamentales para el desarrollo de este proyecto y la creación de Mujeres al Volante. Al proponer la idea de formar una comunidad con los propósitos previamente mencionados, mi familia, que también son mis socios, fue crucial en el respaldo inicial. Aunque fue una decisión basada en mi intuición y convicción interna sobre lo que debía hacer, confiaron plenamente en mí y en los objetivos de esta comunidad.
Los valores que incorporé a Mujeres al Volante son los mismos valores que compartimos como familia y empresa. Uno de estos valores fundamentales es la honestidad y la pasión, que es el motor que impulsa mi dedicación a Mujeres al Volante. Mi papá siempre me enseñó que su trabajo no era simplemente trabajar, sino que encontró una verdadera vocación en él. Lo mismo me ocurrió a mí dentro del grupo Dietrich, donde trabajé y me formé hasta que en 2009 descubrí mi verdadera vocación, que se convirtió en mi pasión actual. Así que, cuando hablo de Mujeres al Volante, lo hago con un profundo sentido de compromiso y amor por lo que hago. Puedo dedicar tiempo completo a esta iniciativa porque es lo que me impulsa y disfruto cada momento, aunque a veces necesite hacer pausas, esto es lo que realmente me motiva y me apasiona.

El miedo al volante es una barrera común para muchas personas. ¿Cuáles son algunos consejos claves que ofrecen en “Mujeres al Volante” para superar este temor?
La principal razón por la cual muchas mujeres no conducen se atribuye al miedo, la ansiedad y la aprehensión, en particular, el temor a conducir conocido como amaxofobia. Este miedo está estrechamente relacionado con la gestión de nuestro propio ego y mente. Para abordar este desafío, hemos implementado un taller llamado “Maneja Tu Miedo”, que llevamos realizando durante cinco años. Miles de mujeres han participado en este taller, y puedo afirmar que aproximadamente el 95% de las mujeres que lo completan dan el paso crucial para superar el impedimento que las mantenía alejadas del volante.
Es importante señalar que el 28% de las licencias de conducir para autos actualmente pertenecen a mujeres, pero solo dos de cada diez conductores son mujeres, lo que subraya la necesidad de abordar este desequilibrio. Uno de los consejos clave que ofrecemos es aprender a manejar nuestra mente, ya que a menudo crea escenarios que no son reales. Realizamos un esfuerzo significativo para calmar los pensamientos y desafiar las percepciones negativas generadas por nuestra cabeza.
Otro punto crucial para superar el miedo es el conocimiento. Destacamos la importancia de conocer tanto el vehículo como las normas de la calle. Por esta razón, enfatizamos la práctica con escuelas e instructores autorizados para facilitar el proceso de aprendizaje. La práctica no solo brinda conocimiento sino que también aumenta la seguridad. Una frase que resuena con nosotros es: “no tengo miedo a las tormentas porque estoy aprendiendo a navegar”, lo cual aplicamos al aprendizaje de la conducción.
En el taller “Maneja Tu Miedo”, proporcionamos una serie de consejos, como identificar el miedo, aprender a manejar la mente, soltar el control y reconocer qué aspectos podemos controlar. Destacamos que el conocimiento y la práctica son fundamentales para adquirir seguridad. Cuando nos sentimos seguras, ganamos confianza personal, y esto gradualmente disminuye el miedo y la ansiedad.
En PlushMag nos encanta que nos cuenten anécdotas del día a día ¿Podes compartir alguna historia inspiradora de una mujer que haya experimentado una transformación significativa en su relación con la conducción gracias a tu proyecto?
Que lindo poder contar las anécdotas. Es muy lindo compartir las numerosas anécdotas que hemos recopilado a lo largo de los años. En Mujeres al Volante, creemos que no solo se trata de que más mujeres conduzcan, sino de que disfruten realmente de estar al volante. Es un proceso mágico de autoconocimiento, y las historias que surgieron de ello son infinitas. Cada domingo compartimos relatos de mujeres que lograron superar barreras para estar al volante, y son testimonios que inspiran.
Recuerdo una anécdota que me impactó profundamente. Tres amigas, todas mayores de 60 años, obtuvieron su licencia de conducir. Seis meses después, me enviaron una foto desde Mar del Plata después de realizar su primer viaje en ruta. En ese momento dijeron: “No sabes, pensábamos que éramos libres, y ahora realmente somos libres”. Esa me pareció una historia muy linda.
Existen relatos de mujeres que, gracias a aprender a manejar, pudieron cambiar el rumbo de sus vidas en situaciones críticas. Estas experiencias son fundamentales y demuestran no solo la autonomía de la mujer (ver más), sino también cómo la movilidad puede abrir oportunidades laborales. Trabajamos con diversas empresas como Cabify, Renault, Scania, entre otras, que buscan mujeres al volante para diversas aplicaciones, desde autos hasta camiones.
Actualmente, estamos llevando a cabo un proyecto significativo con la Cooperativa La Juanita en La Matanza. A través de un equipo de instructoras e instructores, estamos enseñando a 16 mujeres de la cooperativa a conducir, con el objetivo de que puedan utilizar una Renault Kangoo para distribuir los productos que elaboran. Este proyecto cuenta con el apoyo de Renault, la Fundación Renault, Plan Rombo y otras marcas colaboradoras como Keko, que proporciona los autos, y Chango Más, que nos brinda el espacio para realizar la pista.
En este proyecto, “Conduciendo Oportunidades”, somos 16 mujeres que vemos cómo la movilidad puede transformar la vida de estas mujeres. Cada historia es una confirmación de que todos tenemos un poder interior, y nuestro trabajo en Mujeres al Volante se centra en eliminar las creencias limitantes que a veces nos impiden reconocer ese poder. Cada testimonio es un paso más hacia la construcción de una comunidad fuerte y empoderada.
Sabemos que crear un proyecto de esta magnitud no debe haber sido tarea sencilla ¿Qué desafíos enfrentaste al desarrollar y liderar “Mujeres al Volante”? ¿Y cuáles han sido tus mayores logros hasta ahora?
Yo siempre digo que emprender es un mundo de distintas emociones. Y justamente después de una semana que estuve bastante acelerada con este proyecto tan significativo como el que te acabo de comentar, reflexiono sobre la importancia de aprender a frenar, descansar y cuidar tu templo que es tu cuerpo. Soy una persona que todo el tiempo se me ocurren ideas, y es por esto que sé que es esencial encontrar un equilibrio para descansar, dedicar tiempo a mi desarrollo personal, estar con mi familia y tomarme pausas necesarias.
A nivel personal, mi principal desafío ha sido aprender a equilibrar mi energía y no estar constantemente revolucionada para ver qué cosas puedo sumar a Mujeres al Volante. Un desafío que tuve en el arranque fue cuando registré la marca “Mujeres al Volante”. Al buscar en Google, noté que “mujer al volante” estaba vinculado al estereotipo de mujeres en situaciones de manejo desafortunadas. Aunque estos estereotipos persisten, hemos logrado desde la firma cambiar la narrativa y mostrar la verdadera imagen de una mujer al volante: alguien que conduce no basado en su género, sino en su habilidad, conocimiento y respeto a las normas de tránsito y a las otras personas.
Otro desafío personal fue superar la necesidad constante de demostrar algo, ya sea a mí misma o a los demás. Yo vengo con una historia en la cual tuve que atravesar distintas circunstancias del colegio, porque siempre digo que los colegios no se adaptaban a mí. Trabajé en superar mis miedos y mis creencias limitantes y ahora intento contagiar esa confianza a otras mujeres. Uno de los mayores logros, desde mi rol de fundadora, ha sido formar un equipo que respalda estas ideas y me acompaña día a día. Y también agradezco el apoyo de las marcas que hacen posible este proyecto.
Parte de nuestros logros incluye haber sido parte del aumento de los porcentajes de licencias de conducir para mujeres y generar conciencia y amor en las calles. Cada una de las mujeres toma esa conciencia y somos todas agentes de cambio en los distintos entornos donde nos movemos. Otro gran logro fue haber podido generar un espacio en el Salón del Automóvil, donde por primera vez apunte a la mujer para hablar de autos, el cual recibió un reconocimiento por Infobae. También otro gran logro es estar rompiendo con el estereotipo de la mujer al volante.
Transformar la vida de miles de mujeres a través de la movilidad es, sin duda, uno de los mayores éxitos. Conducir no es solo estar al volante, sino también un viaje de autoconocimiento, ya que es estar al volante de tu vida.


Creaste una comunidad de mujeres en torno a este proyecto y debes conocer muy bien el mundo femenino frente al volante. ¿En qué nos diferenciamos las mujeres en relación a los hombres a la hora de conducir?
Al explorar las diferencias entre mujeres y hombres al volante, es esencial recalcar que la habilidad para conducir no está relacionada con el género ni con la identidad de género. Generalmente, observamos que las mujeres tienden a ser más precavidas, una actitud que se vincula tanto con nuestra naturaleza más cautelosa como con el hecho de que, al liberarnos del miedo, adoptamos una mentalidad precavida. Es crucial distinguir entre ser precavida y ser miedosa, ya que la precaución implica una consideración consciente de la seguridad sin caer en la limitación del miedo.
Esta mayor precaución entre las mujeres se traduce en un mayor respeto por las normas de tránsito, lo que resulta en menos infracciones y menos participación en accidentes graves. Aunque es común que las mujeres puedan experimentar pequeños choques debido a distracciones, ya que a veces somos más propensas a estar distraídas por la multitarea y la sensación de poder hacer todo.
En contraste, los hombres tienden a asumir más riesgos al volante. Esta diferencia puede llevarlos a arriesgarse más, mientras que las mujeres tienden a ser más conscientes de seguir las normas establecidas en las calles. Sin embargo, es fundamental subrayar que la verdadera destreza al volante no está determinada por el género. Una persona que conduce correctamente es aquella que posee habilidades para enfrentar diversas situaciones, comprende su vehículo, respeta las normas de tránsito y lleva consigo amor y respeto al compartir las calles.
En relación a tu amplia experiencia y trayectoria, ¿cuál es tu visión a largo plazo en relación a la percepción de las mujeres sobre la conducción?
Después de 14 años de historia con Mujeres al Volante, percibo que cada vez más mujeres tomarán el volante. Aunque la brecha de género persiste, especialmente en Latinoamérica. En Estados Unidos y Europa, esta brecha es menos pronunciada en la gran mayoría de los países. Observamos un aumento constante en mujeres que deciden obtener su licencia de conducir y superar el miedo que las frenaba, optando por utilizar su licencia.
Creo que el desafío clave, al menos en el contexto de Argentina, es lograr que las calles sean verdaderamente inclusivas en todos los aspectos. Esto implica no solo una inclusión para personas discapacitadas, permitiéndoles moverse con libertad, sino también la inclusión en la señalética. Aún vemos lugares donde la comunicación de las calles no integra a las mujeres, desde señales que excluyen a peatones y ciclistas mujeres hasta mensajes dirigidos principalmente a los varones en garages, estacionamientos y otros lugares donde interactuamos con nuestros vehículos.
Es un cambio gradual, y aunque pueda parecer curioso abordar estos temas en 2023, confío en que veremos una mayor inclusión de la mujer en el mundo de la movilidad. Antes, se destacaba el papel de la mujer como influyente en la compra de vehículos, pero no, la mujer compra autos, compra motos, la mujer lleva el auto al taller. Lo que trabajamos en Mujeres al Volante es esta autonomía. Queremos que la industria automotriz sea accesible y significativa para todas las personas.
Por último y para que más mujeres se animen a conducir, dejando miedos de lado ¿qué mensaje o consejo te gustaría compartir con aquellas que están considerando tomar el volante por primera vez o superar su miedo a conducir?
En primer lugar, quiero alentar a todas las personas, independientemente de su género, a que aprendan a conducir. Siempre sostengo que la falta de un automóvil no debería ser una excusa. Nunca sabemos qué nos deparará el universo y si en algún momento en el futuro necesitaremos manejar, ya sea por trabajo o para ayudar a alguien que lo necesite. En mi opinión, saber manejar debería considerarse una obligación.
Desde Mujeres al Volante, me esfuerzo por ofrecer la mayor cantidad posible de talleres y clínicas de capacitación de forma gratuita. Mi objetivo es eliminar las barreras económicas para que todas las mujeres tengan acceso a la educación vial. Quiero motivar a aquellas mujeres que aún no han tomado el volante, ya sea porque no tienen licencia o por cualquier otra razón, a unirse a nuestra comunidad. Muchas mujeres que estaban en esa misma situación ahora disfrutan de cada kilómetro al volante, y creo firmemente que todas tenemos el poder de estar al volante.
Más allá de conducir, considero que necesitamos más mujeres que se unan a esta querida comunidad, Mujeres al Volante. Estoy convencida de que nuestra comunidad aporta amor y respeto a las calles, algo que considero esencial. Siempre destaco que en las calles se refleja la cultura de los países, y tenemos un hermoso trabajo por delante para seguir mejorando en este aspecto.
Así que, ¡vamos por más mujeres al volante! Pueden encontrar más información en nuestro sitio web mujeresalvolante.com y en todas nuestras redes sociales, con el @ Mujeres al Volante, incluyendo Facebook, Instagram, un grupo privado en Facebook, TikTok, Telegram, entre otras.