En el escenario, Ezequiel Campa desafía la gravedad de la cotidianidad con su humor único y su encanto innegable. Pero detrás de las risas y las ocurrencias, hay un hombre cuyo camino en la comedia fue más un giro inesperado que un destino planeado. En una conversación exclusiva con PlushMag, Ezequiel Campa nos lleva a un viaje a través de su vida y carrera, compartiendo sus inspiraciones y sus sueños en el mundo del espectáculo. 

“Yo quería ser actor dramático. Quería ser Marlon Brando. Me conmovían esos actores y quería ser como ellos”, confiesa Campa al dar comienzo a la entrevista. Desde sus primeros días, cuando no quería ser otra cosa que actor y hacer películas, hasta convertirse en uno de los comediantes más queridos de la escena actual, su viaje ha estado marcado por la sorpresa y el dejarse llevar. 

Humor en los tiempos actuales, sus aspiraciones artísticas, su nuevo show “Sí pero No”, el cual el sábado 7 de octubre se presenta en el teatro Maipo, y su dream team más que pensado, en esta charla, conoceremos más sobre el hombre detrás de las risas, sus pasiones, sus desafíos y su visión del mundo del entretenimiento. Ezequiel Campa nos invita a un viaje de introspección y risas, donde la comedia se encuentra con la sinceridad, y donde el talento se une con la humanidad. 

A Ezequiel Campa lo conocemos como actor y comediante hace muchos años. Pero, ¿de dónde nació la idea de tomar este camino en tu vida? ¿Lo imaginabas de chico? 

Yo quería ser actor dramático. Quería ser Marlon Brando. Me conmovían esos actores y quería ser como ellos. La vida me fue llevando hacia la comedia en toda sus formas y Marlon por ahora quedó en stand by. De chico no quería ser otra cosa que ser actor, hacer películas. Supongo que viene del lado de mi vieja que siempre me habló de cine y de grandes actores.   

Contas con una larga carrera en el stand up y en cada nuevo proyecto que ideas te reinventas, pero siempre tenes en claro tu esencia. ¿Cómo fueron mutando tus shows a lo largo de todo este tiempo? 

Creo que lleva muchos años formarse como comediante. Después de muchos años sin parar creo que ya entendí ciertos mecanismos de la comedia y fui pudiendo relajarme cada vez más en el escenario y estar mucho más conectado con lo que estoy haciendo que con la idea de lo que debería hacer. Parece profundo pero no lo es. Los años te van tranquilizando y te van dando cierta sabiduría.   

Está claro que el humor de hoy no es el mismo que el de hace unos años atrás. ¿Cómo te manejas con eso en relación a tu humor irónico y sarcástico? ¿Cuándo preparas un show hay cosas que preferís dejar de lado? 

Nunca creí que el laburo del artista sea ser el faro moral de nada. Intento no usar mis shows para caer bien parado y erigirme como el paladín de la corrección y la policía de la moral. Tampoco me interesa provocar por provocar, pero por alguna razón nunca tuve demasiados problemas con los temas.  

Yo laburo muchos mis shows, no me subo a decir lo primero que se me viene a la cabeza y en ese proceso es fácil ver donde uno puede estar metiendo la pata. 

Tu nuevo show “Sí pero No” tiene una gira extensa y muchas fechas programadas en distintas partes del país, que se suman al Maipo del sábado 7 de octubre ¿Qué encontramos en él y cuál es su eje principal? 

Cuando lo estaba armando quería ponerle de nombre “Ahora Soy Este”, porque creo que cada uno de mis shows representan el momento presente en el que me encuentro, con sus conflictos contradicciones e inquietudes de cada momento de mi vida. 

Vivimos en un mundo de hiperconexión constante y muy a tope todos los días. Vos que obviamente tenes contacto directo con las personas a través de tus shows y redes sociales. ¿Qué es lo que hoy nos hace reír y nos saca de la rutina? 

Es una pregunta recurrente. Hoy con las redes hay mucha ansiedad y eso se traslada al humor. Estamos en una época en la que todo debe ser inmediato y de fácil digestión, como los memes, que son graciosísimos.  

Creo que en el teatro hay espacio para profundizar más y más tiempo para desarrollar un tema.  

Si tuvieses la oportunidad de trabajar y hacer un show en conjunto con tus máximos exponentes del humor, ¿cuál sería ese dream team? 

Me gustaría trabajar con Dolina y aprender de él. Me gusta mucho también lo que hace la dupla Cohn Duprat, lo que hace Spregelburd.  

Laburar con Verónica Llinas fue hermoso y amaría volver a hacerlo. También flasheo con trabajar con directores como Judd Apatow o Woody Allen, total para soñar… 

Empecé la entrevista preguntándote cómo surgió tu camino en lo actoral y en la comedia. Para finalizar quiero preguntarte, con la mirada de Ezequiel Campa teniendo todo esta trayectoria y experiencia recorrida ¿por qué decidís hoy en día seguir haciendo reír a la gente? 

No sé hacer otra cosa. Más que una decisión es hacia donde me lleva la vida. Siempre que quise trazar un mapa de ruta de mi laburo no me salió, así que aprendí más a ir improvisando en el camino que a tomar decisiones que nunca me resultaron. Yo quería ser Marlon Brando, ¿no te dije?