Debutó como actor a los 15 años en una muestra de teatro que lo entusiasmó y lo hizo parte de algo que, años más tarde, bajo la dirección de César Brie se dejó tentar por el mundo actoral, en su primera obra profesional. Pero Iván Hochman supo bien, desde el comienzo de su carrera, cuáles eran sus mapas y territorios: la actuación bajo la mirada de la sensibilidad y donde sus destinatarios más próximos son sus amigos, su mundo verdadero.

Los papeles que encarnó y encarna tensan la cuerda de las complejidades humanas y las camina con la tranquilidad de un domingo por la mañana. Referente cultural de nuestro país, asegura que todo lo que crea “tiene más que ver con un deseo, un impulso, unas ganas de hacer algo, más que con una carrera o un plan claro”.

Un actor y una periodista se encuentran en un bar porteño, donde programan una entrevista. Hablan mucho. Hablan de actuación, de escritura, de teatro, de biopics, de grandes personalidades del mundo artístico y musical. Hablan hasta de astrología y moda, y programan el título de la propia biopic del actor que retratará su vida hasta el día de hoy.

Este mes en PlushMag, Iván Hochman, uno de los actores argentinos más influyentes del último tiempo, que además de haber hecho emocionar a un país entero, a través de su actuación encarnando a Fito Paez en su biopic “El Amor Después del Amor”, nos teletransporta a una identidad única donde impera la dulzura, sensibilidad y calma.

DEBUT ACTORAL y EQUILIBRIO ENTRE SUS OTRAS PROFESIONES

Me imagino que el primer debut como actor lo tendrás grabadísimo en tu mente. ¿Te acordas cual fue tu primera escena? ¿Qué papel hiciste? ¿Fue cómo lo esperabas?

Lo que sucedió es que me anoté en la EMAD, la escuela Metropolitana de Arte Dramático. No sabía exactamente lo que quería ni por qué. Estaba feliz aprendiendo, pero no estaba anclado en mi voluntad y deseo.

Fue entonces cuando vi una obra de César Brie, un director argentino que viajó por Bolivia e Italia, que se llamaba “Los Hermanos Karamazov”. Fui a verla al Ensamble de Banfield con un grupo de amigos y ahí, cuando presencié esa puesta tan larga, de dos horas y media, que parecía una película y tenía unas imágenes increíbles, me di cuenta de que eso era lo que quería hacer.

Mi primera obra la realicé tres o cuatro años después, con ese mismo director. De alguna manera, algo me encontró con él, mi búsqueda, mis caminos y mis vínculos me acercaron a él. Mi primera obra terminó siendo dirigida y creada colectivamente con él. Ahí se hizo carne el rol del actor y a partir de eso hice unas 10 o 12 obras durante estos años.

Además de ser actor sos director, escritor y docente, ¿cómo equilibras tus diferentes profesiones y qué te motiva a asumir estos múltiples roles? ¿Hay alguna faceta en particular de todas estas que te resulte más desafiante? ¿Por qué?

Siento que no hay una carrera en el sentido tradicional para mí, sino más bien un deseo que es más volátil. Va y viene, se transforma. Creo que todo lo que fui haciendo está más relacionado con ese deseo y con una necesidad de búsqueda.

Por ejemplo, cuando quería vivir solo y no entendía por qué debía dejar la casa de mis padres, escribí una novela con esas preguntas. Pero al final, la novela superó esas preguntas porque se convierte en una obra de arte y las preguntas mismas fueron más allá de la novela porque la vida es mucho más poderosa que la ficción. Fue interesante cómo se entrelazaba lo que me estaba sucediendo con lo que estaba creando. Así surgió mi primera novela, y después, en general, mis obras también están relacionadas con algo que me está ocurriendo. La dirección teatral también fue una búsqueda para encontrar mi propia voz autoral. Siento que todo esto tiene más que ver con un deseo, un impulso, unas ganas de hacer algo, más que con una carrera o un plan claro.

Esta primera novela, “Por qué te vas”, la publiqué con Milena Caserola, una editorial independiente de Buenos Aires, súper amorosa.  Y a finales de este año saldrá por otra editorial internacional, que aún no puedo mencionar porque todavía es un secreto.

A partir de eso, no sé si se podría convertir en una obra teatral, no lo había considerado, pero creo que sería posible hacer una película basada en ella. En algún momento lo pensé y ojalá suceda. Sería muy interesante porque la escritura, de alguna manera, abarca todo el arte.

Ivan Hochman despues de la serie de Fito Paez
Locación: Bar Carnal
Fotos: Jonathan Martin – Juliana Alexandra Pulido
Sweater (Levis), Pantalón (Luxo), Zapatillas (Converse)

ADN PROPIO – SENSIBILIDAD, DULZURA y CALMA

Que sos un gran actor lo tenemos más que claro, ahora al momento de componer los personajes… ¿qué identificas de tu ADN, más allá de los personajes, que no puede faltar en las escenas de Ivo?

Justamente esto que mencionaste se dio mucho en la serie de Fito. Mucha gente me dijo lo hermoso que era que no solo veían a Fito, sino que también veían a un actor trabajando. Todo lo que no es Fito en Fito, es mío. No sé exactamente cómo explicarlo, pero se habló mucho de una mirada que traspasa la pantalla, de una sensibilidad y dulzura. Son palabras que me suelen decir y que me gustan. De alguna manera, eso me va caracterizando en mi caso.

Es algo que encuentro en todas las obras. La primera obra, “El paraíso perdido”, es muy personal y cuenta historias de un grupo de artistas jóvenes. Es una obra dulce, honesta y a la vez muy dura. “Decir te amo es una atentado”, una obra que también escribí, que trata de una familia bastante rota pero al mismo tiempo muy amorosa. Y luego está la novela “Por qué te vas”, que también habla de una familia amorosa. Hay dulzura y calma presente en todas estas obras.

Entrevista completa con Iván Hochman

IVÁN SIENDO FITO – FITO SIENDO IVÁN

No puedo no preguntarte por la biopic que habla el país entero y tu mega actuación interpretando a Fito Paez. Conociendo muy de cerca su historia, ¿hay algo de él en vos?

Sí, lo estudié un montón y hay muchas cosas que me gustan de él, aunque no diría que somos iguales. Él tiene algo muy hermoso: para atravesar momentos de dolor y tragedia, se rodeó de personas dulces y amorosas. Ha formado constelaciones luminosas en su vida. De hecho, mantiene una buena relación con todas sus ex parejas. Tiene un círculo hermoso de personas a su alrededor. Esa dulzura y ese amor que lo rodea, eso me identifica y me gusta.

Soy alguien muy amiguero. De hecho, el viernes pasado celebré una fiesta de la amistad. Esto es algo que valoro y que, cada vez tiene un peso más fuerte, pero hoy en día poco reconocimiento. Creo que la amistad es algo que deberíamos valorar más.

SU UNIPERSONAL – “YO TAMBIÉN ME LLAMO HOKUSAI”, UNA OBRA MUY VIVA

Hace poco estrenaste un unipersonal en el teatro Picadero. ¿Nos podes contar de que se trata la obra y como te preparaste para este papel luego del suceso de la biopic?

La obra se llama “Yo también me llamo Hokusai” y es muchas cosas. Es la obra más divertida que hice en mi vida. Cuando la estrené, salí y pensé: “no sabía que podía hacer todo esto”. Son funciones muy especiales, muy vivas, en las que suceden cosas que realmente no espero y no puedo prever. Hay mucho espacio para lo inesperado, y disfruto mucho de eso porque me coloca en un estado de presente, de estar atento a lo que sucede.

Esta obra tiene su punto de partida en relación a la serie de Fito, porque no la hubiera hecho si no estuviera sucediendo eso. La hice en un mes y medio. Terminé de filmar la biopic y fui a Colombia de viaje porque habíamos terminado de filmar allá. Regresé y estrené dos obras, escribí mi tesis de la facultad y la entregué; y este año desde febrero hasta que salió la serie, en un mes y medio como mucho, empecé a ensayar y terminamos de montar la obra.  

Es muy personal, al ser un unipersonal estoy todo el tiempo en escena. La historia es sobre un escritor al que su novia lo deja, él está muy deprimido y no sabe qué hacer. Decide entonces escribir una obra sobre Katsushika Hokusai, un famoso pintor japonés que pintó esa famosa ola, la que todo el mundo reconoce. Él decide hacer una obra sobre Hokusai porque lo único que le queda de María, su novia, es una remera con el grabado de Hokusai.  

Nosotros contamos esa historia, pero también contamos la historia de este actor que soy yo, que hizo un personaje famoso y de alguna forma tiene miedo de quedar pegado a ese personaje, del escritor y también la historia de Tomi, que es el director de la obra y cómo él trabaja conmigo. Así que hay tres líneas que se entrelazan. Son tres procesos creativos, es decir yo encarnando un personaje famoso, el escritor escribiendo una obra de Hokusai, Tomi y yo haciendo la obra, además la vida misma de Hokusai que también se cuenta.

SU VÍNCULO CON LA MODA y SU ESTILO

Siendo una revista de moda no puedo pasar por alto esta pregunta. Te destacas en el mundo del arte donde impera la originalidad ¿cómo encontras inspiración a través de la moda para expresar tu individualidad y creatividad de una manera vanguardista? ¿Existen diseñadores o estilos que te influencien en este sentido?

Hasta hace un año usaba muchos enteritos y jardineros. Pero ahora siento que estoy cambiando mi estilo. Hasta hace poco, estaba en proceso de cambio y me sentía bastante perdido. Estaba aburrido de mi ropa y tenía el deseo de hacer un cambio total, pero aún no sé hacia dónde quiero ir.

Recientemente, fui a la legislatura porteña, porque nombraron a la serie como interés cultural, y me vistió Matías Carbone, un diseñador argentino genial. Fue una mezcla de elegancia y algo artístico. Algunas personas incluso lo describieron como un poco “cirquero”, en el sentido artístico. Siento que tal vez mi estilo sea muy personal, algo difícil de encasillar. De hecho, hoy llevaba un arito en forma de “pokebola”.

Mi estilo es bastante ecléctico, no sigo ningún patrón en particular. Me gusta usar prendas divertidas y atrevidas. Incluso he usado vestidos en ocasiones, pantalones anchos y chupines. Me gusta explorar diferentes opciones.