En el campo de juego y en la cancha de la vida, Leandro “Chino” Leunis demuestra en la cotidianidad ser un perfecto “volante contenedor”. Para él, esta posición se asemeja metafóricamente a su forma de ser y su enfoque en la vida. Se ve a sí mismo como alguien ubicado en el centro del campo, atento a las necesidades de quienes le rodean, dispuesto a ayudar al equipo a resolver problemas. Esta visión se traduce en su filosofía del día a día, donde la empatía es uno de sus valores fundamentales.   

En una charla con el carismático “Chino”, descubrimos que la incondicionalidad es otro de los valores que supo transmitir a su hija, Delfina, una lección que, sin dudas, heredó de sus padres.  

En esta entrevista, PlushMag descubrió que la actitud empática y amorosa que adopta no solo le brindaron un feedback positivo, sino que también ha hecho que sus desafíos sean más llevaderos, ya que como bien el menciona, aprendió a enfocarse en lo que puede cambiar y no se obsesiona con lo que escapa a su control, viviendo el presente en su máxima expresión. 

Si de imagen y moda hablamos, Leandro se describe a sí mismo como alguien prolijo y con una identidad clásica. Lejos de seguir tendencias vanguardistas, prefiere prendas simples, con cortes rectos y colores como blanco, gris, negro y azul, manteniendo la simplicidad como una máxima en su vestuario. 

“Valoro mucho la actitud de ser un eterno aprendiz, lo que me permite mantener los ojos abiertos y entender que puedo aprender de cualquier persona que esté a mí alrededor. Cualquiera que llega a mí me puede estar enseñando algo”, comenta el “Chino”. Tal vez esta cuestión sea una de las claves de su desarrollo profesional, ya que, luego de sus incontables éxitos en la televisión argentina, hoy lo encontramos más vigente que nunca conduciendo el nuevo programa de las tardes de Canal 13, “Poco Correctos”, donde sigue demostrando su carisma en una nueva faceta de su carrera, pero siempre conservando su compromiso por cada proyecto nuevo que se le presenta. 

En PlushMag nos gusta romper el hielo con juegos para conocer a los entrevistados y sacarlos un poquito de lo conocido. Sabemos que sos fanático del fútbol e hincha de Racing. ¿En qué posición juega el Chino Leunis en su vida?  

En mis mejores épocas futbolísticas, jugaba como delantero, pero en este momento de mi vida, me identificaría más como un volante contenedor. Esta posición se adapta metafóricamente a mi forma de ser y a mi vida, estando ahí en el medio de la cancha, atento a las necesidades de quienes me rodean y ayudando al equipo a resolver problemas. Creo que esta descripción es una buena metáfora. 

Créditos: Redes Oficiales Leandro “Chino Leunis”

Te escuchamos decir que si no hubieses sido periodista, conductor y locutor te hubiera gustado ser pediatra. ¿Por qué? ¿Qué te gusta o llama la atención de esa profesión? 

Me parece que tiene que ver con una vocación de servicio. Soy virginiano y es algo que lo tenemos medio innato. De pequeño, siempre tuve inquietudes en esa dirección. Sin embargo, después me desafió un poco saber que tenía que estudiar mucho y no me dio tanta confianza saber si iba a estar a la altura. Francamente esto me llevó a seguir mi otra pasión, que era el periodismo deportivo y locución nacional.  

Hay una parte de mí que alberga esa vocación de servicio y el deseo de estar ahí para los demás, algo que un médico encarna. La pediatría podría haber sido una hermosa historia en mi vida, sin embargo, estoy contento con la decisión que tomé. 

Sabemos que tenes un gran fanatismo por Luis Miguel. ¿De dónde surge? ¿Te sentís identificado con algún aspecto de la personalidad del Rey Sol? 

Esta historia se remonta a un viaje que realizamos a Brasil con mi familia a principios de los años 90. Durante ese viaje, escuchamos el disco “Romance” de Luis Miguel, que fue su primer álbum de boleros. Lo escuchamos de principio a fin durante todo el viaje, y siempre digo que me terminaba haciendo un fanático acérrimo de él o terminaba odiándolo, pero por suerte fue la primera opción.  

Una de las características que más me atrae de él es su naturaleza reservada. Su habilidad para mantener su intimidad en secreto es algo que valoro mucho y que le da un cierto misterio que, en mi opinión, es positivo. 

Su celo por proteger su vida privada es una característica que me identifica y que considero un valor importante. Si bien no soy obsesivo al respecto, también trato de ser muy discreto con mis asuntos personales. Hay muchas partes de mi vida privada que no expongo al público, y creo que esto tiene algo que ver con esa característica que mencioné de Luis Miguel, que admiro. 

Cada vez que hablas de tu familia te emocionas y comentas que en tu niñez sobro amor por parte de tus padres. ¿Qué valores de ellos le trasladas a tu hija Delfina? 

Bueno, creo que uno de los valores que siempre trato de transmitirle a Delfina es la incondicionalidad. Afortunadamente, mis viejos todavía están con nosotros, y Delfina está aprendiendo constantemente de ellos la importancia de estar allí incondicionalmente cuando alguien lo necesita.  

Hoy en día, mis viejos son muy importantes para nosotros, en cuanto a la logística diaria. Más allá del amor y de ser los mejores abuelos del mundo, me ayudan mucho con Delfi. Ellos aman compartir con Delfina. 

Creo que todo esto tiene que ver con el concepto del amor incondicional, que es una de las lecciones más hermosas que mis viejos me enseñaron de punta a punta.  

Fuiste parte de los programas del prime time más importantes y con más rating de la televisión argentina. ¿Qué experiencias significativas te dejaron para hoy plasmarlas en este éxito actual que es Poco Correctos? 

Creo que cada experiencia es única e irrepetible, y de todas uno va aprendiendo. Obviamente que nos importa mucho el resultado, pero también cómo llegamos a ese resultado. Entiendo que no tenemos control total sobre el resultado en muchas situaciones, pero sí tenemos un control total sobre nuestra forma de abordarlas. Con el tiempo, me enfoco cada vez más en cómo realizo las cosas y en disfrutar del proceso. 

Lo que me proporciona tranquilidad a la hora de obtener un resultado, ya sea positivo o negativo, es sentir que estoy satisfecho con la manera en que abordé la situación. Si estoy contento con mi enfoque y la forma en que llevé a cabo las acciones, se hace mucho más fácil lidiar con el resultado final. Si, por otro lado, hago algo que no me identifica y me va mal, la sensación sería terrible. Incluso si me va bien, sentiría que no estoy contento porque no me gusta lo que hice. 

En resumen, aprendí a no quitarle poder a lo que no puedo controlar y a poner todo mi poder en lo que sí puedo controlar: mi forma de hacer las cosas.

Siguiendo esta línea en relación al programa actual que estas conduciendo y haciendo alusión a su nombre. ¿En qué aspectos de tu vida sos poco correcto? 

Creo que, para el afuera, re contra mega correcto y para adentro soy poco correcto. Me permito, de la puerta de mi casa para adentro, ser poco correcto.  

Hay momentos donde se ven aspectos más divertidos y flexibles, que me parece que tienen que ver un poco con estar un poco más libre. No significa que no sea libre o disfrute cuando hago el programa, pero está claro que no es lo mismo cuando estás absolutamente sin una mirada ajena que cuando estás en un programa de televisión.  

PlushMag te investigó y en una nota comentaste que ser empático y amoroso te resulta el camino más corto a la felicidad. ¿Qué otras cosas te hacen el recorrido más liviano hacia la felicidad? 

Sí, a medida que uno crece, va aprendiendo cuáles son los caminos más efectivos para obtener resultados. Como decías vos en la afirmación, ser empático y amoroso termina siendo beneficioso porque el feedback que recibimos suele ser positivo y nos ayuda a mejorar. Además, adoptar una actitud empática y amorosa hace que el resto de las cosas sean más llevaderas. 

En mi experiencia, poner el foco en las cosas que puedo cambiar y no obsesionarme con lo que está fuera de mi control es esencial. También trato de tratar a los demás de la misma manera en que me gustaría que me trataran. Intento estar la mayor cantidad de tiempo posible del día presente. Si me engancho en algo que tengo miedo que pase o estoy enganchado en algo que pasó, trato, aunque sea en algún momento del día, recordar que puedo estar un poco más presente. Cuando logro ese estado de conciencia, siento que las cosas se vuelven un poco más livianas, y me doy cuenta de lo valioso que es poder tener ese momento de claridad para darme cuenta de que estaba preocupándome por algo que quizás nunca llegue a ocurrir. 

Tenes un estilo impecable y notamos que te gusta verte siempre bien. ¿Que ítems no faltan nunca en un total look del Chino? ¿A qué complementos le das mucha importancia y siempre están presentes? 

Sí, francamente me gusta estar prolijo y a la moda, pero soy una persona bastante clásica en ese sentido. No soy vanguardista para la moda. Prefiero lo clásico, como los jeans de cortes rectos, remeras sin estampados en colores como blanco, gris, negro o azul como mucho.  

En mi opinión, un buen par de jeans rectos, una remera negra o un sweater negro, y unas botas negras son opciones muy acertadas. No suelo combinar más de dos colores cuando me visto. Me parece que lo simple siempre es una excelente elección a la hora de vestir. 

Para cerrar, supongamos que estás en este momento frente a un espejo y te dan 60 segundos para mirarte. A través de tus ojos ¿cuáles son los valores que más orgulloso te hacen sentir? 

¡Qué desafío! Creo que la empatía es una de mis cualidades más importantes. También valoro mucho la actitud de ser un eterno aprendiz, lo que me permite mantener los ojos abiertos y entender que puedo aprender de cualquier persona que esté a mí alrededor. Cualquiera que llega a mí me puede estar enseñando algo. 

Además, trato de quererme un poco más cada día. Aunque a veces me cuesta, cuando lo logro, es una sensación muy satisfactoria. En definitiva, creo que estar en constante búsqueda de aceptarme y creer en mí mismo un poco más cada día es algo muy valioso.