Adiós a lo delicado: qué reemplaza a las cadenas finas esta temporada
El invierno 2025 trae consigo una renovación estética que se hace sentir especialmente en los accesorios. Después de varias temporadas donde el minimalismo dominaba la escena, con cadenas finas y joyería discreta como protagonistas, la moda da un giro hacia lo maximalista y expresivo. Esta vez, el protagonismo se lo llevan los collares llamativos, robustos, con eslabones gruesos, texturas contrastantes y diseños que captan todas las miradas. El mensaje es claro: lo delicado queda en segundo plano y el nuevo statement es mostrar presencia desde el primer detalle. Una tendencia que no pasa desapercibida, ni siquiera bajo los abrigos más pesados del invierno.

La era de los collares de impacto
Los collares XL se imponen como los nuevos favoritos. Eslabones metálicos gruesos, piezas geométricas, cadenas dobles o triples y detalles en materiales inesperados —como resina, cuero o acrílico— marcan el pulso de la temporada. La inspiración viene de los años 2000, el revival noventoso y también del punk chic. Este estilo potencia cualquier outfit básico, convirtiendo un look con sweater neutro o polera lisa en una apuesta de alto impacto visual. Las marcas más influyentes, tanto de lujo como low cost, incorporaron estos accesorios en sus colecciones invernales, consolidando su presencia en el street style global.

Cómo llevar esta tendencia con elegancia
Aunque a primera vista puedan parecer excesivos, los collares bold o maxi se integran fácilmente a los looks invernales. La clave está en el equilibrio. Al combinarse con prendas de líneas simples y tonos neutros, estos accesorios elevan el estilismo sin necesidad de esfuerzo adicional. Incluso en los looks monocromáticos, donde el color dominante es el gris, negro o beige, estas joyas funcionan como un punto focal poderoso. También pueden complementar texturas típicas de la temporada, como la lana, el cuero o el denim, aportando dimensión y contraste. Es una forma de darle personalidad a los conjuntos más clásicos sin perder sofisticación.

Influencias de pasarela y redes sociales sobre los collares
El boom de los collares de gran tamaño no es casualidad. Fue anticipado por firmas como Bottega Veneta, Saint Laurent o Givenchy, que en sus últimos desfiles apostaron por joyería escultórica, con formas orgánicas y materiales audaces. En paralelo, influencers de moda y celebridades comenzaron a adoptar esta tendencia en sus looks de calle y eventos, marcando un antes y un después en el consumo de accesorios. Figuras como Dua Lipa, Bella Hadid o Rosalía aparecen frecuentemente con collares oversized que se transforman en el centro de atención. También en TikTok e Instagram, las búsquedas de “bold necklaces” o “chunky jewelry” se dispararon en los últimos meses, confirmando que lo grande volvió con fuerza.

Joyería que expresa más que estilo
Este cambio en la joyería no solo responde a lo estético, sino también a una necesidad de autoexpresión más potente. Después de años de discreción y piezas sutiles, la moda reclama espacio para lo llamativo, para lo que marca una presencia fuerte. Los collares dejan de ser meros complementos y se transforman en declaraciones visuales: de personalidad, de estado de ánimo, de intención. En un contexto donde el cuerpo muchas veces se cubre más por el frío, los accesorios se vuelven aliados para transmitir identidad sin necesidad de mostrar demasiado. Y en ese sentido, las cadenas finas ya no alcanzan.

Lo nuevo en bijou: volumen, textura y carácter
El invierno 2025 es la temporada del volumen en los detalles. Los collares que reemplazan a las cadenas finas traen nuevas reglas de juego: se combinan entre sí, mezclan metales, dialogan con piedras o perlas y muchas veces rompen con la simetría. No se trata de seguir una fórmula, sino de arriesgar y experimentar. Las tiendas lo saben y ya ofrecen versiones accesibles y versátiles para todos los gustos. Lo importante no es cuánto cueste, sino cómo se lleve. En definitiva, este invierno no es tiempo de pasar desapercibida: es momento de brillar, también desde el cuello.