Miss Americana mega argentina: Taylor Swift en River

“Ni siquiera puedo expresar mi gratitud a la multitud de Buenos Aires. Nunca antes había estado en Argentina y me dieron los recuerdos más eléctricos y mágicos”. Así resumió Taylor Swift sus tres shows en el país que más la hizo vibrar. Resumen y momentos épicos que quedarán guardados en la memoria de los “swifties”, esperando con ansias que su ídola vuelva a pisar territorio argentino, luego de haber hecho emocionar al barrio de Nuñez llenando tres veces el estadio Monumental.

En tres noches épicas que quedarán marcadas en la memoria de sus swifties argentinos, Taylor Swift (ver más) se presentó por primera vez en el Estadio Monumental como parte de su gira mundial, The Eras Tour. La cantante estadounidense dejó en claro que es la nueva reina del pop, y su debut en el país fue todo un fenómeno que superó las expectativas de la americana.

Existen pocos países donde se demuestre mejor la intensa pasión de sus seguidores que en Argentina. Si bien Swift se ha convertido en un ícono mundial certificado, en un país de 46 millones de habitantes, Swift vendió unas 200.000 entradas en tres espectáculos que se agotaron y aún así la lista de espera tenía más de 2,8 millones de personas, suficientes para llenar el Monumental, el mayor estadio de fútbol del país.

Swift, que algo sabe de multitudes, parecía sorprendida. “Estoy viendo lo que posiblemente podría ser una de las multitudes más épicas que hayan existido”, le dijo al público. “Esto es otro nivel”. La de Taylor Swift fue, sin dudas, la visita más relevante del año en cuanto a la música popular. Si bien Coldplay llenó diez estadios de River contra tres de la cantante estadounidense, el nivel de euforia, fanatismo y repercusión logrado por la norteamericana no tuvo equivalencias.

Desde el inicio del primer show, el jueves 9 de noviembre, los “swifties” de todas partes de Argentina y de países vecinos, se congregaron en el Monumental para lo ellos mismos denominaron “la noche de sus vidas”. Ataviados con sus mejores prendas, peinados y maquillajes, los fanáticos expresaron su apoyo incondicional a la artista con carteles y mensajes de bienvenida. La espera valió la pena cuando, a las 20:40, Taylor Swift hizo su entrada triunfal, transformando la virtualidad en una realidad que duró tres emocionantes horas.

Sin embargo, antes de que saliera a escena la tan esperada Taylor, el show comenzó con la actuación de Louta, quien calentó la pista con un espectáculo lleno de ritmo. Invitó al escenario a Blair Bade, una conocida cantante del underground, que se ganó la oportunidad de ser telonera gracias a su campaña entre los fanáticos de Swift. Por otro lado, Sabrina Carpenter, la telonera que acompaña a Swift en toda la gira latinoamericana de The Eras Tour, demostró su carisma y seducción, consolidándose como una prometedora estrella pop global.

Cuando las luces se apagaron y un reloj gigante ocupó toda la pantalla del escenario, la ansiedad alcanzó su punto máximo. La multitud contuvo la respiración hasta que Taylor Swift hizo su entrada con una corta introducción de “Miss Americana”, luciendo un brillante body en colores rosados y unas botas bucaneras del mismo tono. La energía en el estadio alcanzó niveles épicos, y los gritos de los fanáticos resonaron al ritmo del típico “olé, olé, olé, olé”.

Swift, sorprendida y agradecida, elogió al público argentino, calificándolo como uno de los más épicos que haya existido jamás. Con humildad, pidió un fuerte aplauso para los teloneros Louta y Sabrina Carpenter. Continuando con la era de “Lover”, interpretó éxitos como “The Man”, “You Need to Calm Down”, “Lover” y “The Archer”.

La etapa de “Fearless” trajo consigo un cambio de look, con Swift luciendo un deslumbrante vestido dorado y unas botas plateadas. Desde la enorme pasarela, interpretó “You Belong With Me” y cerró con la nostálgica “Love Story”, una canción que marcó la era de su álbum de 2008, regrabado y lanzado en 2021.

El espectáculo tomó un giro teatral para la era de “Evermore”, con Swift interpretando temas como “Tis the Damn Season”, “Willow” y “Marjorie”, en la pasarela,para “Champagne Problems” se sentó en su piano, donde pidió disculpas y confesó sus nervios al equivocarse durante la interpretación, demostrando su humanidad y ganándose aún más el cariño de la audiencia.

Cambiando de tono, Swift se sumergió en la era de “Reputation”, vistiendo un nuevo atuendo negro y rojo, donde en él se pudo ver con claridad la serpiente de “Rep” bordada con lentejuelas, diseño exclusivo para la cantante hecho por Roberto Cavalli. Aquí se pudieron apreciar éxitos como “Ready For It?”, “Delicate”, “Don’t Blame Me” y “Look What You Made Me Do”.

El despliegue de luces, visuales espectaculares, la destreza de los bailarines y músicos, y la conexión con la audiencia hicieron que el show fuera una experiencia única. Swift continuó su presentación abordando las eras de “Speak Now” y “Red”, llevando a los espectadores por un viaje visual y emocional.

Para la Era de “Folklore”, Swift compartió un poema mientras sus bailarinas realizaban una danza performática. Luego, la pantalla se abrió para revelar la icónica cabaña del espectáculo, donde Swift interpretó “The 1”. Después, presentó una serie de éxitos que incluyeron “The Last Great American Dynasty”, “August”, “Illicit Affairs” y “Cardigan”.

La recta final del espectáculo incluyó las eras de “1989”, “Taylor Swift” y “Fearless (Taylor’s Version)”. Swift cerró la noche con una emocionante interpretación adicional que incluyó “All Too Well”, “Shake It Off” y “Blank Space”, dejando a la audiencia en un estado de éxtasis.

El debut de Taylor Swift en el Estadio Monumental fue mucho más que un concierto; fue un acontecimiento cultural que selló su estatus y algunos coinciden en afirmar que es la nueva reina del pop. Con su carisma, talento y capacidad para conectar con la audiencia, Swift dejó una marca imborrable en la historia de la música en Argentina. Sin duda, los “swifties” recordarán esta noche como un momento inolvidable, y la artista dejó en claro que su reinado en la escena musical tiene muchísimo camino por recorrer.