Labubu y moda de lujo: el nuevo accesorio favorito de las celebridades
Lo que comenzó como un fenómeno dentro del coleccionismo de arte y juguetes de diseño, hoy pisa fuerte en el universo de la moda. Los Labubu, esas pequeñas figuras con estética entre lo adorable y lo excéntrico, se han convertido en el nuevo fetiche de las celebridades. Lejos de limitarse a vitrinas de fanáticos, ahora estos personajes aparecen colgando de bolsos de lujo, acompañando looks de pasarela o incluso fotografiados junto a estilismos de street style. La fusión entre cultura pop y alta moda ya no sorprende, pero sí cautiva, y el caso de los Labubu lo confirma con fuerza: son más que un juguete, son un símbolo de estilo.

¿Qué es un Labubu y por qué causa furor?
Creado por el estudio de diseño hongkonés Kasing Lung x Pop Mart, Labubu es un personaje con orejas puntiagudas, ojos grandes y una sonrisa particular, parte de una línea de figuras de vinilo de edición limitada que apelan tanto al coleccionismo como al gusto por el diseño. Cada Labubu tiene una personalidad y estética únicas, lo que los hace irresistibles para quienes buscan originalidad y exclusividad. Y justamente ese es uno de los elementos que lo vincula con la moda de lujo: la idea de tener algo diferente, limitado y con una fuerte carga identitaria.

Lo que antes estaba reservado a ferias de coleccionistas y eventos especializados, hoy se ve en las manos de influencers, actrices y modelos de todo el mundo. Celebridades como Jisoo de BLACKPINK, Bella Hadid o Rosalía han sido vistas luciendo Labubus colgando de sus carteras de diseñador como si fueran amuletos personalizados. Su presencia en estas escenas no es casual: combina lo lúdico con lo sofisticado, lo kawaii con lo exclusivo, y se convierte en una declaración de intenciones dentro de un look.

El auge de lo coleccionable como accesorio fashion
El fenómeno Labubu es parte de una tendencia más amplia donde los objetos de coleccionismo se convierten en íconos de estilo. En tiempos donde las colaboraciones entre arte, moda y cultura pop son cada vez más frecuentes, estas figuras se integran perfectamente en una narrativa que prioriza lo único y lo narrativo. Un Labubu no es solo un adorno: es una historia, un guiño a la infancia, una pieza de diseño y un objeto emocional. Por eso conecta tan bien con una audiencia que busca no solo verse bien, sino contar algo con lo que lleva puesto.

Las grandes marcas no tardaron en tomar nota. Louis Vuitton, Dior y Prada han lanzado accesorios personalizados, charms y colaboraciones con artistas que tienen la misma lógica estética que los Labubu: lo cute pero sofisticado, lo raro pero de culto. Así, estas figuras se cuelan en las pasarelas, en los perfiles de moda de Instagram y en los artículos de lujo como un complemento que descontractura pero mantiene el aura de exclusividad.
Un nuevo lenguaje de estilo entre lujo y cultura pop
El uso de Labubu en el mundo fashion responde también a un nuevo lenguaje visual que mezcla códigos que antes parecían opuestos. Ya no se trata solo de lucir prendas de diseñador, sino de cómo se llevan, con qué se combinan y qué pequeños detalles hacen la diferencia. Un bolso Hermès puede hablar de estatus, pero si lleva un Labubu colgando, también dice algo sobre personalidad, humor e incluso sensibilidad estética.

Este nuevo accesorio marca una frontera difusa entre lo infantil y lo adulto, lo coleccionable y lo usable, lo nerd y lo cool. En ese punto medio, los Labubu encuentran su lugar ideal: rompen con la rigidez de la moda de lujo sin perder el sentido del cuidado y la exclusividad. En tiempos donde cada elección se vuelve mensaje, estas pequeñas figuras se transforman en un signo de identidad urbana con sabor global.

Labubu: más que una moda pasajera
Lo que los hace tan potentes es que no son simplemente tendencia. Si bien su presencia en redes y alfombras rojas los ha vuelto virales, los Labubu tienen detrás un universo artístico y conceptual que les da profundidad y permanencia. Su origen en el arte de autor y su vinculación con el diseño asiático los separa de otros fenómenos efímeros. Por eso, aunque cambien los estilos o los looks, es probable que estos personajes sigan colándose en el corazón de quienes buscan moda con sentido, personalidad y una pizca de fantasía.