La Maison Hermès ha logrado una vez más capturar la esencia de la elegancia femenina, pero esta vez con un giro inesperado que mezcla tradición y sensualidad renovada. Durante la Semana de la Moda de París, la casa presentó su colección Primavera-Verano 2025, una celebración del cuerpo femenino, donde la fuerza y la delicadeza se entrelazan en una danza perfecta de texturas, colores y formas.

Hermès: Colección primavera – verano 2025

Dirigida por Nadège Vanhee, esta colección es un homenaje a la mujer contemporánea que no solo busca funcionalidad en su vestuario, sino también una expresión íntima y personal de poder. Vanhee, quien ha estado al frente de la dirección creativa de Hermès desde hace varios años, ha manifestado su deseo de redefinir los códigos de la sensualidad. Y es precisamente en esta propuesta donde sus intenciones toman vida.

El cuero, uno de los materiales icónicos de la maison, aparece en su versión más suave, abrazando las curvas femeninas y aportando una sensualidad sobria pero potente. Las transparencias, cuidadosamente colocadas en pantalones y faldas, aportan un toque etéreo, mientras que la paleta de tonos tierra, con el beige, el nuez moscada y el burdeos a la cabeza, conecta con la tradición cromática de Hermès, pero con una frescura moderna.

El arte de los accesorios

Los accesorios, como es costumbre, fueron un espectáculo aparte. Desde pendientes geométricos que evocan las icónicas lengüetas de los bolsos Hermès, hasta botas de montar que remiten a la herencia ecuestre de la marca. Uno de los momentos más cautivadores fue la presentación de los legendarios bolsos Birkin, mostrados al revés, casi como un guiño al proceso artesanal detrás de cada pieza, una invitación a asomarse al corazón del atelier parisino donde nacen los sueños de Hermès.

Vanhee logra con esta colección desafiarnos a repensar la sensualidad, no solo como un atributo superficial, sino como una fuerza sutil y envolvente que emerge desde lo más profundo. En un juego de contrastes, la colección sorprendió con la inclusión de algunos looks en un vibrante fucsia azulado, una ruptura cromática audaz que añadió una pizca de irreverencia al conjunto.

Con esta propuesta, Hermès no solo reafirma su posición como emblema del lujo atemporal, sino que abre nuevas posibilidades para la mujer moderna, invitándola a descubrir la potencia de su propia feminidad en cada detalle.

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