Las gafas de sol vuelven en invierno: cómo llevarlas con estilo

Durante años, las gafas de sol fueron vistas exclusivamente como un accesorio de verano. Sin embargo, la moda actual desafía esa regla y las resignifica como un elemento clave también en los meses más fríos. En este invierno 2025, las gafas de sol no solo no se guardan, sino que se reinventan y se consolidan como un complemento de estilo imprescindible. Ya no son solo una protección contra el sol, sino una declaración de identidad, una pieza de diseño que corona cualquier look y le aporta una cuota de actitud, elegancia o misterio según cómo se las combine.

Estilo y funcionalidad en los días fríos

Aunque el sol no brille con la misma intensidad que en verano, las gafas de sol siguen teniendo un propósito funcional durante el invierno. En días nublados, la luz refleja con fuerza sobre superficies como el agua, la nieve o incluso el asfalto húmedo, generando deslumbramientos incómodos. Además, protegen los ojos del viento frío y de la contaminación, que en ciudades grandes suele intensificarse en esta época. Pero más allá de lo práctico, su verdadera fuerza radica en el poder estético que tienen para transformar un look invernal: aportan estructura, sofisticación y un guiño de moda instantáneo, incluso en los outfits más simples.

Cómo combinarlas con looks invernales

Una de las razones por las que las gafas de sol ganan protagonismo en invierno es por su capacidad de contraste. En un universo dominado por abrigos voluminosos, tejidos pesados y paletas oscuras, un par de gafas con diseño llamativo puede aportar el toque diferencial. Ya sea con tapados largos, trenchs de cuero o camperas puffer, este accesorio se adapta y suma personalidad. En los días grises, unas lentes con cristales de color, por ejemplo en tonos ámbar o burdeos, pueden iluminar el rostro y darle calidez al conjunto. También son aliadas perfectas de gorros de lana, boinas o capuchas, generando una estética cuidada pero sin esfuerzo.

Gafas de sol: influencers y celebridades marcan la tendencia

Muchas celebridades ya adoptaron el uso de gafas de sol como parte habitual de sus estilismos invernales. Figuras como Gigi Hadid, Rosalía o Zendaya fueron fotografiadas en pleno invierno europeo con gafas que destacaban tanto como sus abrigos de diseñador. En Argentina, influencers locales también incorporan este accesorio como parte esencial de sus outfits diarios, demostrando que la moda no tiene temporada definida cuando se trata de actitud. El resultado es claro: más allá del clima, las gafas suman un elemento de moda universal que potencia cualquier combinación, desde la más urbana hasta la más clásica.

El poder de las formas y colores

Este invierno, las tendencias en gafas de sol se orientan hacia la diversidad de formas y estilos. Desde las clásicas aviador hasta los modelos rectangulares retro o los oversize noventeros, la clave está en elegir el diseño que mejor se adapte al rostro y al estilo personal. Los marcos en tonos caramelo, carey o negros siguen siendo infalibles, aunque también aparecen versiones más audaces con marcos blancos, metálicos o traslúcidos. Lo importante es que se integren naturalmente al outfit, realzando la propuesta general sin desentonar. En un contexto de capas, texturas y tonos neutros, las gafas bien elegidas funcionan como punto focal.

Gafas de sol: un ítem de moda que no se toma vacaciones

En definitiva, las gafas de sol dejaron de ser exclusivas del verano y se convirtieron en un ítem que cruza estaciones con total legitimidad. Este invierno, no se trata solo de abrigarse con estilo, sino de animarse a jugar con accesorios que aporten carácter y personalidad. Incorporarlas al look invernal es una decisión que habla de confianza, conocimiento de moda y, sobre todo, de entender que el estilo verdadero se construye en los detalles. Las gafas ya no se guardan: se exhiben con seguridad, con intención y con ese toque chic que nunca pasa de moda.