La diseñadora nos cuenta cómo su pasión por el reciclaje textil está transformando la moda y su impacto en la sostenibilidad.

En el fascinante universo de la moda sustentable, Florencia Dacal ha logrado destacar como una pionera con su marca “Somos Dacal”, un proyecto que fusiona creatividad, sostenibilidad y un profundo respeto por el pasado y el presente de la industria textil. Fundada en 2014, esta marca argentina no solo se ha convertido en un referente del upcycling, sino que también ha desafiado las normas establecidas en la moda, apostando por la inclusión y el reciclaje como ejes fundamentales.

Los comienzos: Una máquina de coser y una idea revolucionaria

Flor comenzó a coser a los 12 años, influenciada por un entorno familiar en el que la costura era un arte transmitido de generación en generación. “Siempre hubo una máquina de coser en mi casa”, menciona. Su madre y su abuela solían confeccionar sus propias prendas, y ese acceso temprano a las herramientas y el conocimiento fue crucial  para ella. En un contexto de recursos limitados, como suele ocurrir en muchos pueblos, Florencia empezó a trabajar con lo que tenía a mano: ropa que ya no se usaba en su hogar. Fue allí donde surgió su primera gran idea, transformar una camisa de su abuela en una falda. Este acto sencillo pero significativo marcó el inicio de su viaje hacia la moda sostenible.

La génesis de “Somos Dacal”: Creatividad y colaboración

Cuando decidió lanzar “Somos Dacal”, lo hizo en un contexto donde la moda sustentable apenas comenzaba a ganar terreno. El proyecto nació de dos ideas principales: confeccionar monos de talles universales a pedido, utilizando telas personalizadas, y diseñar una colección basada en el reciclaje de camisas recuperadas. Desde el principio, Florencia trabajó en un entorno colaborativo, uniendo a su hermana, clientes y amigos que vestían las prendas y protagonizaban los catálogos. Este enfoque colectivo sigue siendo un pilar fundamental de la marca hasta el día de hoy.

El desafío inicial fue enfrentarse a un mercado que, en ese entonces, no comprendía completamente la importancia del reciclaje textil. Sin embargo, la percepción ha cambiado drásticamente desde entonces. Hoy en día, la conciencia sobre el impacto ecológico, social y económico de la sobreproducción de ropa ha aumentado, y “Somos Dacal” se encuentra en un contexto mucho más favorable para su misión.

El reciclaje como acto cultural y material

Para Flor, el reciclaje de prendas no es solo un acto material; es también un acto cultural. “En nuestro trabajo diario, recuperamos tanto materiales como conocimientos y la ética de trabajo”, explica. Esto implica conectar con personas que formaron parte de la industria textil, muchas de las cuales han visto sus cadenas productivas romperse debido a crisis económicas. Pero el reciclaje también tiene un significado profundo para quienes usan las prendas. Cada pieza es única, hecha a medida para el cuerpo y el gusto particular de cada persona, lo que fomenta una conexión personal con la ropa y una reflexión sobre el propio estilo.

La enseñanza como herramienta de cambio

Además de diseñar y confeccionar, también se dedica a la enseñanza, impartiendo talleres en Ampersand sobre la transformación de trajes. Para ella, compartir estas técnicas y aprendizajes es extremadamente gratificante. “Hay mucho para compartir, y también para aprender de quienes participan”, dice. Estos talleres no solo transmiten conocimientos técnicos, sino que también crean un espacio de encuentro donde se fortalecen los lazos comunitarios en torno a la costura.

Sostenibilidad e inclusión: Dos pilares inseparables

Desde el principio, Florencia ha sido clara en su visión de que la sostenibilidad y la inclusión deben ir de la mano. “Hacemos prendas para todos los cuerpos y todos los géneros”, afirma. Su objetivo es romper con la binariedad tradicional de la sastrería, ofreciendo prendas que se adapten a cualquier persona, sin importar su género o tamaño. Esta visión inclusiva es parte fundamental de lo que hace que “Somos Dacal” sea única.

La moda sustentable en un mundo cambiante

Cuando se le pregunta sobre el futuro de la moda sustentable, Florencia se muestra cautelosa pero optimista. Aunque reconoce los desafíos que plantea la moda rápida y la cultura de consumo, también ve un crecimiento constante en la importancia de la sostenibilidad en la industria. “Quiero ser optimista y pensar que todos estos esfuerzos pequeños hacen un gran cambio”, reflexiona. En los próximos años, la diseñadora, tiene planes ambiciosos para su marca, incluyendo la expansión internacional y la continuidad en la creación de prendas y talleres que reflejen su compromiso con un cambio real en la industria.

La moda como herramienta de transformación

Florencia Dacal no solo ha creado una marca; ha construido un movimiento que desafía las normas de la moda y aboga por un mundo más sostenible e inclusivo. Su enfoque innovador, que une la tradición con la modernidad, ha demostrado que es posible crear ropa que no solo sea bella, sino también significativa y responsable. En un mundo donde la moda a menudo se asocia con el consumo desmedido, “Somos Dacal” se erige como un faro de esperanza, recordándonos que la transformación es posible, tanto en la moda como en nuestras vidas.

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