Kendall Jenner y Gigi Hadid imponen el balletcore: así se lleva esta tendencia

Del escenario al street style, el universo de la danza clásica irrumpe con fuerza en la moda actual gracias a una tendencia que combina delicadeza, elegancia y modernidad: el balletcore. Inspirado en los elementos icónicos del vestuario de ballet —como bodies, faldas de tul, medias opacas, cardigans cruzados y zapatillas tipo ballet— este estilo se impone con una estética etérea que celebra lo femenino, lo sutil y lo armonioso. Las supermodelos Kendall Jenner y Gigi Hadid ya lo adoptaron y lo adaptan a su vida cotidiana con toques urbanos, marcando así una nueva dirección en la moda donde lo clásico se reinventa con frescura contemporánea.

El origen del balletcore: romanticismo con actitud

El balletcore no es solo una moda pasajera, sino una expresión visual que nace de la nostalgia, la delicadeza y la pasión por los detalles suaves. Desde redes como TikTok y Pinterest, la tendencia creció como una reinterpretación del universo del ballet, llevando al mundo del día a día prendas que antes estaban reservadas para los ensayos o las presentaciones. Este estilo combina piezas de inspiración romántica con cortes modernos, muchas veces monocromáticos, en una paleta de colores suaves donde reinan los rosados empolvados, nude, blanco y gris. La idea es evocar la figura de la bailarina, no de manera literal, sino como una estética suave, cuidada y minimalista que transmite gracia y estilo con poco esfuerzo.

Kendall y Gigi: referentes del balletcore con sello personal

Tanto Kendall Jenner como Gigi Hadid han sabido apropiarse del balletcore en sus apariciones más relajadas. Kendall, siempre a la vanguardia, combina leggings con tops ajustados, cardigans finos y ballerinas con su clásica estética depurada. Suele optar por tonos neutros y una silueta muy limpia que le da protagonismo a los cortes y texturas. Por su parte, Gigi le suma al balletcore una impronta más lúdica: bodies con minifaldas plisadas, moños en el cabello, y accesorios que remiten directamente a las aulas de danza, pero siempre integrados a un look urbano y actual. Ambas lo fusionan con prendas casuales como camperas oversize, gafas de sol XXL o bolsos statement, demostrando que el balletcore no es solo un look de escenario, sino una elección de estilo adaptable a la rutina diaria.

Cómo se traduce en la moda actual

La popularidad del balletcore no solo se ve en las celebridades, sino también en las pasarelas y colecciones de marcas de lujo y streetwear. Casas como Miu Miu, Simone Rocha y Sandy Liang han apostado por siluetas y elementos propios del ballet, desde tules translúcidos hasta cintas tipo “pointe shoes” aplicadas en sandalias y botas. Las ballerinas clásicas volvieron a las vidrieras como el calzado estrella del momento, especialmente cuando se combinan con jeans o pantalones sastreros para crear un juego de contrastes. También los peinados peinados prolijos, como rodetes y coletas con lazos, y los makeup looks naturales, con mejillas sonrojadas y labios rosados, refuerzan esta estética que toma prestada la dulzura del ballet sin perder presencia ni actitud.

El balletcore como tendencia inclusiva y versátil

A diferencia de otras modas pasajeras, el balletcore permite adaptaciones muy amplias según el estilo y la personalidad de quien lo use. Puede ser más romántico y femenino, o bien, combinarse con elementos deportivos y oversized para quienes prefieren un aire más relajado. En todos los casos, el foco está en resaltar la silueta de forma armónica, con texturas suaves y líneas limpias. No se trata de disfrazarse de bailarina, sino de tomar lo mejor de ese universo —su gracia, su delicadeza, su disciplina estética— y llevarlo con libertad y estilo propio. Es un homenaje al cuerpo en movimiento, a la sensibilidad estética y al poder de la sencillez bien ejecutada.

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